Confesor de ataúd revela aquello que los muertos no pudieron decirle a sus seres queridos por alguna razón, pero le pagaron para hacerlo por ellos.
Puede parecer un extraño oficio y en realidad lo es, en realidad parece ser que hasta el momento es la única persona a la que le pagan por esto.
La carrera de este hombre consiste en decir aquello que los muertos no pueden y no es como que sea un medium o algo así, realmente dice lo que muerto quería revelar.
Este confesor de ataúd es contratado para revelar en el funeral aquello que la persona que se despide no pudo decir a sus seres cercanos por alguna u otra razón.
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Aunque parezca increíble el confesor de ataúd existe y lo más impresionante es que realmente recibe un pago por su trabajo.
En este particular oficio, el hombre conocido como el confesor de ataúd ha logrado ganar muy bien luego de haber sido detective privado.
Tranquilo, no es como que el hombre ande profanando muertos o algo así, él solamente revela lo que no pudieron decir en su momento. De esta manera también es una ayuda para que el finado pueda descansar en paz.
¿Quién es y cómo trabaja el confesor de ataúd?
Este misterioso hombre se llama Bill Edgar y habla por los muertos transmitiendo mensajes en el momento justo de su funeral.
Para entenderlo vayamos al principio de la historia que el mismo Bill Edgar ha contado para explicar cómo es que surgió este extraño oficio.
Bill cuenta que la idea de ser confesor de ataúd ocurrió mientras trabajaba como detective privado para un enfermo terminal. Con él sostuvo un aprofunda conversación.
«Empezamos a hablar sobre la muerte, el más allá y todo eso. Entonces él dijo: ‘Me gustaría hacer algo para mi funeral’. Yo le sugerí que escribiera su propio panegírico (tipo de discurso en honor a alguien)».
Entonces contó que el hombre rechazó la idea pues a sus seres cercanos no les agradaría lo que tenía para decirles. Motivo por el cual Bill le propuso que el podría hacerlo si así lo quería el hombre.
«Entonces me ofrecí a interrumpir su funeral por él… Así es como empezó todo».
A partir de este momento el oficio confesor de ataúd se volvió un hecho para Bill Edgar quien se gana la vida de esta manera. Lo cual explicó de una manera bastante sencilla, como si fuera algo tan común.
«En un punto exacto del funeral, me levanto, abro un sobre y leo exactamente lo que la persona en el ataúd no pudo decir».
Trabajo muy bien pagado
Por una suma equivalente a unos US$7.000 Bill puede asistir a su funeral o velatorio, leer testamentos y también buscar objetos comprometedores.
«Eso podría ser cualquier cosa: pornografía, juguetes sexuales, drogas, armas, dinero… cualquier cosa». Explicó el confesor de ataúd sobre su empleo.
De manera sorprendente (pequeño chiste) Bill jamás recibe reseñas de sus clientes anteriores, obviamente. Pero de alguna manera tampoco las recibe de aquellos que han presenciado el acto, por lo que él supone esto:
«Es muy perturbador, pero es su funeral, entonces, ¿por qué no pueden seguir el camino que quieren?».
¿Qué piensas de este trabajo como confesor de ataúd? ¿Podría comenzar a ser un tipo de oficio en el mundo?