Por José Sobrevilla
Desde el sábado 6 y domingo 7, la muralla protectora de Palacio Nacional empezó a ser noticia. Grupos de mujeres pintaban en las placas metálicas los nombres de sus familiares víctimas. En redes circulaban los memes donde dibujaban por encima de Palacio Nacional el rostro de impune de Félix Salgado Macedonio. Mientras tanto, los reporteros varones se encomendaban a la virgen para que los cubriera con su ‘manto protector’ porque desde el año pasado la violencia contra los hombres, no importara que fueran reporteros (o por esa razón), se había hecho ya más que evidente.
Alrededor de las 21 horas, el gobierno de la CDMX anunciaba que habían sido 20 mil mujeres las que exigían un alto a los feminicidios y a la violencia de género, infiltrados incluidos. Mientras que, en Palacio, el presidente declaraba que, las “vallas en Palacio eran mejor que enfrentar con granaderos (…) tenemos que evitar caer en la trampa de la violencia, (…) porque resulta que la oposición armó una campaña de desprestigio; ahora resulta que los conservadores son feministas”.
A las 19:10, un reportero gráfico, Pascual “N” envía a este corresponsal una foto selfi con su nariz sangrante y el rostro morado por los golpes con un fondo de ambulancias del ERUM, al parecer, quienes lo habían atendido después de que algunas mujeres de la marcha lo habían agredido arteramente. Mañana les cuento. Por lo pronto me adelantó:
“…el periodista no es la noticia, sin importar lo que le suceda, igualmente que no dejará de hacer su trabajo, el fascismo, en su nueva cara en forma de mujeres, no nos sacarán de la calle, no lo han logrado las distintas mafias, los militares abiertamente o camuflados, o los paramilitares de los gobiernos, que lo niegan, como el actual; ni ahora las mujeres en un claro acto de censura. Los lugares de trabajo, la calle, no se deja, ni uno se rinde. La plaza no se abandona. Ante la agresión cobarde, la dignidad de pie”.
También, para esa hora, 19:15, un grupo de mujeres derribaba seis de las vallas que resguardaban el Palacio Nacional y, los elementos de la policía capitalina, todas mujeres, las reprimían con el humo de sus extinguidores. Posteriormente anunció hoy el presidente en la mañanera, tuvieron que enviar hombres a apoyarlas, según petición de Claudia Sheinbaum.
Sí, amigo lector, en nuestro país como en algunos otros, pocos por fortuna, la democracia y los derechos se hacen valer con la fuerza viva. A martillazos, patadas, y con los escudos que las marchistas habían quitado a las mujeres policías, quisieron hacer valer su derecho a la igualdad; mientras que, con una cuerda, “Brigadas humanitarias por la paz” alejaban a las mujeres que iracundas golpeaban el muro metálico, según reportaban minuto a minuto los medios.
Desde antes, a las 18:35, El Universal consigna en sus reportes la presencia de hombres, al parecer armados, en la azotea del Palacio donde vive, despacha y opera el presidente López Obrador. Más tarde, presidencia le aclara al periódico que no eran hombres armados, sino personas que iban a bajar drones.
En otro punto, en Twitter era reportada que un grupo de mujeres había logrado derribar parte de los tablones de madera que protegían la casa de Andrés Roemer, el escritor y conferencista protegido por Ricardo Salinas, el dueño de TV Azteca, y que a la fecha acumula –para vergüenza del guerrerense Félix Salgado– 61 denuncias por abuso sexual y violación. A esa misma hora, en esta misma red, Latinus, el medio donde Carlos Loret es la estrella, hacía público que la Secretaría de la Defensa Nacional había gastado 3.7 millones de pesos en inhibidores de drones; y “son los que el gobierno federal utilizó este día en Palacio Nacional durante la manifestación de las mujeres”[1].
También en Twitter, la usuaria Sandra Patargo (@spatargo) escribe: “Por si no había quedado clara la postura del gobierno: Ahorita hay granaderos cuidando la casa de un abusador sexual. Y hoy los granaderos agredieron físicamente a al menos 50 morras. Así de fuerte. Así de monumental el estado patriarcal que tenemos que tumbar #8m2021 #NiUnaMas”.
Según reporte de Sara Pantoja para la Revista Proceso, el saldo fue “81 personas lesionadas: 19 civiles y 62 policías, informó Marcela Figueroa, subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC)”[2]. También que habían detectado “hombres infiltrados” que vandalizaron comercios en la avenida 5 de mayo y participaron en el derribo de las vallas metálicas en el Zócalo; pero que no hubo ningún detenido.
A ese mismo momento, el columnista Salvador García Soto (@SGarciaSoto) publicaba: “Dos imágenes de este #8M2021 que resumen lo que fue una guerra; de un lado las mujeres con su rabia y sus reclamos de seguridad, justicia y fin a la violencia feminicida, y del otro un gobierno que no quiso escucharlas, que las descalificó y les puso un muro que al final tiraron”. La imagen referida es mujeres con cascos quemando algo, y junto, otra con un francotirador vestido de negro, incluido el cubrebocas.
Por otro lado, –por si nos faltara– ya a las 20:33, Milenio Diario reportaba que, con 34 votos a favor, 11 en contra y 12 abstenciones, las comisiones unidas de justicia y de salud de la Cámara de Diputados aprobaba el proyecto de Ley Federal para la regularización del cannabis con el fin de hacer legal su uso lúdico. Las directivas de las comisiones turnarían el dictamen a la mesa directiva en el palacio de San Lázaro para ser discutido y votarlo entre martes y miércoles.
Vaya día. “¡Qué bueno que ya terminó!”, escribía una usuaria de Twitter y refrendamos muchos.
[1] https://twitter.com/hashtag/8M2021?src=hashtag_click
[2] https://www.proceso.com.mx/nacional/cdmx/2021/3/8/ssc-dice-que-hubo-hombres-infiltrados-81-heridos-en-la-marcha-8m-259680.html
Esta es opinión personal del columnista
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