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José Sobrevilla – Adiós José “Pepe” Martínez (1)

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Por José Sobrevilla

Este martes 24 de mayo, el periodismo perdió a uno de sus exponentes mexicanos más rudo, riguroso, y estricto en el ejercicio de la profesión periodística. En su mente se llevó infinidad de anécdotas, vivencias, acontecimientos en los que fue, testigo o bien participante, tanto con personajes de la política, los negocios y del propio gremio. Escribió las biografías ‘no autorizadas’ de Carlos Slim, (Retrato Inédito” /Océano/2010), y de la profesora más famosa de México (La maestra: Vida y hechos de Elba Esther Gordillo/Océano/2013), mismas que levantaron ámpula entre los personajes aludidos como en sus cercanos. Cada uno de sus libros abordaban información generalmente poco conocida, así como enfoques, relaciones, complicidades de sus vidas que no tenían como compromiso agradar o complacer a nadie: crudos y directos en las temáticas que abordaba.

Con él hubo un distanciamiento momentáneo por un comentario en FaceBook por alguna foto donde este reportero aparecía con Isabel Arvide, Lord Molécula, Sandy Aguilera, Marco Olvera, Hans Salazar y otros de los mañaneros estigmatizados o satanizados. Después, los proyectos nos juntaron nuevamente, mismos que habríamos de emprender con el también periodista Raúl Fraga, y que nos llevaron a algunas reuniones.

Cuando concedió ser entrevistado, −entrevista reporteada y publicada en este medio− sobre su nota difundida en el Semanario Proceso acerca del vencimiento de la concesión de Telmex (marzo de 2023, ya que vence en 2026) donde señalaba que tocaría al presidente López Obrador definir si se la ratificaba o se le retiraba, fue ampliamente explícito y colaborativo. Después, y a pregunta en la mañanera de algún colega, el comandante supremo de la Cuarta Transformación dijo que “no había razones para no ratificarle la concesión al magnate”. Después de ello continuamente platicábamos por teléfono acerca de los tópicos de sus columnas. De aquellas charlas, en su memoria, les relataré una muy extensa, que sostuve un septiembre de 2021 donde comentó a este reportero adelantos de lo que pensaba difundir.

Como todos sabemos, Pepe se dedicaba al análisis de la información y prácticamente, en los días de pandemia −y otros−, desde su casa le marcaba a sus contactos para sondear los temas y enriquecer sus columnas. “Yo tengo mi propia información. Voy haciendo mis archivos, investigo. Verifico mucho mi información, porque no soporto ser desmentido”.  

Platicó, por ejemplo, que a Guillermo Correa lo había conocido cuando a finales de los ochenta, Guillermo tenía la fuente agraria en Proceso “pero yo ya andaba desde mucho antes en Chiapas, desde el setenta y siete, documentando asuntos agrarios en la selva lacandona. Ahí me tocó, antes de Marcos, ver cómo se gestaba la guerrilla. Antes de que estallara el conflicto (enero/1994), Carlos Payán censuraba muchos de mis artículos que le enviaba desde allá. Hice muchas relaciones que después me sirvieron para abrir la red de corresponsales de El Financiero a mediados de los ochenta”.

Reveló que para verificar los mínimos datos hablaba a mucha gente en cualquier parte del país. “Ayer, al revisar mi archivo de La Jornada encontré una perla negra. ¡Qué maravilla! me dije, es para la columna de mañana, que será el cumpleaños de Carmen (Lira) y le voy a dar este regalito. ¡Fíjate lo que publicaré! “Designa López Obrador a Pablo Gómez como director de la Unidad de Inteligencia Financiera”… todos los medios (Reforma, El Universal… sacaron ¿Quién es Pablo Gómez, sus antecedentes en movimiento del 68?… No. Yo tengo un amigo que vivió con él en un departamento, Joel Ortega Juárez, a quien despidieron de Milenio por órdenes de Obrador, porque lo criticaba mucho. Yo lo publiqué en una columna… 

Pero voy a lo siguiente, dijo, en 1999 Pablo Gómez había impugnado a López Obrador porque, aseguraba, no debería ser candidato al gobierno de la Ciudad de México, porque no reunía los requisitos; sin embargo, Pablo también se había postulado como precandidato para el mismo cargo, compitiendo con Obrador dentro del PRD. Entonces, escribió un artículo donde cuestionaba la precandidatura de López Obrador y lo envió a La Jornada y Carmen Lira no se lo publica. Entonces, Pablo Gómez, quien había sido fundador y socio de este medio desde hacía 15 años, mandó otra carta exigiendo su publicación, y después, como no se lo publicaron renunció al periódico. 

Fue entonces que se peleó con López Obrador. Tuvieron una relación muy distante hasta que Gómez Álvarez ingresa a Morena en 2017 con el propósito de ser diputado federal o senador. Ahí más o menos limaron asperezas, porque AMLO no estaba seguro todavía de ganar la Presidencia. Entonces, no son amigos. Lo que voy a publicar es cómo censuraba Carmen Lira a Pablo; y ante su renuncia Carmen le contestó: ‘No te censuramos, el problema es que tu eres colaborador y aparte precandidato. No se vale que tú publiques un artículo… te vamos a publicar únicamente tres párrafos’ y fue lo que le publicaron.

Por esa misma fecha, y por la misma razón, la censura de Carmen Lira, renuncia también Héctor Aguilar Camín. Ella lamenta que ambos se vayan y le dice a Aguilar Camín, ‘tú has aportado mucho con tu calidad literaria, tus conocimientos; has enriquecido a La Jornada, por eso las puertas estarán siempre abiertas para ti’. Esto fue en 1999, pero se mantiene ese encono entre López Obrador y Pablo Gómez hasta ahora. En 1997 ganó una diputación federal a través de Morena, la quinta, y quería repetir en el 2018, pero pierde la elección frente a Gabriel Cuadri y se queda sin chamba.

Cuando hicieron renunciar a Santiago Nieto, lo de su boda, decía el periodista Pepe Martínez, que el presidente lo había anunciado como ‘eficiente’ e ‘incorruptible’… pero no. Quienes lo conocemos sabemos que es bien corrupto, ‘y tengo las pruebas’, decía convencido el periodista hoy finado. Por ejemplo, argumentaba, “Pablo Gómez hizo aparecer como ‘una equivocación’ su votó a favor de la ‘Ley Televisa’. La empresa había dado la orden de que no le quitaran una coma a su ley, en marzo 2006, y todos los partidos la aprobaron por unanimidad, incluso el PRD. Y Pablo votó a favor… pero corrupción no es que te den dinero, es que seas deshonesto, ética y moralmente. 

Pablo nunca permitió que se conociera su declaración patrimonial. “Yo tengo todas las copias de hace tres años cuando se la exigieron, en 2018, y él argumentaba ante la Cámara que no se debería dar a conocer añadiendo cuestiones legales: que es un asunto confidencial y de seguridad, que no es de interés público, etcétera. Toda su declaración patrimonial, trece hojas, están en blanco con argumentos legaloides. Pero al contrario, él publicó un artículo en 2016 con Aristegui donde exigía se diera a conocer la declaración patrimonial de Enrique Peña Nieto y los integrantes de su gabinete; y que debería incluir los bienes de su esposa y familiares hasta la cuarta generación… 

Como cuando hablaba con el inolvidable Huberto Batis Martínez, las conversaciones eran variadas e interminables (hasta que se agotara la batería). Aquella ocasión, el “tocayo”, Pepe Martínez tenía enormes ganas de charlar, y este reportero tenía todo el tiempo para escucharlo. 

Pablo −comentó− había sido el responsable de la comisión instructora, el verdugo, para joder en 2020, en un ánimo de venganza, contra los que fueron sus compañeros como Mauricio Toledo, ex diputado, ex delegado de Coyoacán al que desaforaron, igual que a un diputado de Puebla, este por acoso sexual contra un chamaco. 

“En un artículo, Joel Ortega Juárez, llegó a decir que el 10 de junio de 1971, “Pablo Gómez y yo, fuimos los que le calentamos la cabeza a los estudiantes para que se manifestaran y, a la mera hora, ‘no nos presentamos’. En parte ese hecho fue nuestra responsabilidad”. Cuando corrieron de La Jornada a Jaime Avilés de una manera vil, en su renuncia (2013), publicó un párrafo interesante “¿Qué Carmen Lira no se da cuenta de que ya terminó su ciclo, y que le está haciendo mucho daño al periódico?”. Esto porque se negaron a publicarle a Jaime varios textos sobre Felipe Calderón, donde él ya avizoraba las corruptelas de Emilio Lozoya y lo de la reforma energética, afirmaba el periodista: quien dijo haber conocido muy bien a Epigmenio Ibarra, a quien llevó a presentar su libro sobre Carlos Slim. “Ahí se me puso al pedo porque yo dije que había sido seducido por Slim”. 

– ¡No!, ¡cómo crees!, me dijo.

– Cómo de que no, si ahí están todos tus artículos publicados.  

Slim le había dado dinero, yo lo sabía, por eso se lo dije en su cara. Él siempre ha ido −y sigue yendo− a las fiestas del magnate, la boda de sus hijos, bautizo de los nietos de Slim, etcétera. Tanto Payán como Epigmenio recibían financiamiento de Inbursa para los proyectos que hacía para TV Azteca, para las telenovelas. 

A todos estos personajes “Yo los padecí cuando estuve en Unomásuno, siendo reportero” Comentaba Pepe Martínez que, en aquella ocasión, él tenía la fuente más importante de política que era cubrir, como fuente a la oposición; cubría Gobernación, Senado de la República y todos los partidos opositores: el PT, PAN, PRT, Partico Comunista, PST, los sinarquistas, la Federal de Seguridad, y durante años Musacchio, Teresa Gurza, Jaime Avilés, Carmen Lira, me acosaban en la redacción… todos los que eran de la onda comunista, células, me querían quitar la fuente. Carballo (Marco Aurelio Carballo), que fue quien me asignó la fuente, siempre me respaldó. 

Esa fuente, señala, sólo la podía cubrir una persona que no militara en ningún partido. “Guardo un artículo que Carballo escribió que le llamó ‘El elogio de Martínez’ donde me daba mis ‘cebollazos’ comentó el periodista a este reportero. Y, con la esperanza de publicar una segunda parte de este triste Adiós al querido Pepe Martínez, con el pésame para su hermana Nora, la Doctora, y a toda la familia, les dejo este extraordinario elogio.

TURBOCRÓNICAS

El elogio de Martínez

MARCO AURELIO CARBALLO

José Martínez llegaba a la redacción y sin rodeos se ponía a teclear lo anunciado en el “budget”, las entradas de cada nota informativa. Formaba parte del tercio de buenos trabajadores de la noticia. Los otros nadaban digamos de a perrito, para utilizar una figura húmeda este verano lluvioso. José Martínez era reportero del moderno tabloide de hace cinco sexenios. Uno de los diez que se disputaba la primera plana.

Los mediocres cuchicheaban en la redacción y quién sabe qué tanta envidia trasudaban en la cantina. Las habladurías se detenían en el escritorio del jefe de información. Ése era yo. Aquéllos juzgaban extraño que al cubrir una fuente hermética como Gobernación, Martínez lograra notas de primera plana. La dependencia sólo se abría en elecciones y el fin de año para entregar copias del informe presidencial. La hacían de emoción. Soltaban el mamotreto de madrugada, como si fuera la fotocopia de los rollos del Mar Muerto, o las profecías de Nostradamus. Para mantener en vela a los reporteros, les exhibían películas, acaso sin el tijereteo de la infame censura burocrática.

Cuando José Martínez empezó a decantarse por los reportajes publicados en forma de libros, le comenté aquellos rumores. Su respuesta me pareció exacta en su dimensión. Ni espionaje ni contraespionaje. Lograba notas de primera plana porque él sí reporteaba.

Varios de los colegas insidiosos se convirtieron en columnistas, una de las metas del reportero. Fieles al origen escriben nomás lo del boletín. Desayunan, comen o cenan con algún vocero que, a cambio del trago, conserva el anonimato. Sobre todo si son ataques al adversario.

José Martínez reportea para ir nutriendo carpetas abiertas en su computadora. Son los expedientes de grandes personajes. Cuando un libro está redondo lo publica y si un personaje pasa de ser uno de los más ricos del mundo al más rico, la sensibilidad reporteril lo hace actualizarlo.

Sin duda habrá muchos colegas que hablen del libro en cuanto al personaje con una fortuna de 50 y tantos miles de millones de dólares. Sobre el libro “Carlos Slim. Retrato inédito” (Océano) habrá textos treinta por ciento regulares y sólo diez buenos y uno o dos excelentes.

Este libro mismo es una muestra de que el oficio podría mejorar. En ninguna parte he leído un reportaje sobre los 50 mil presos liberados, gracias a la ayuda legal y económica del empresario Carlos Slim.

Felicidades JM.

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Ángel Álvaro Peña – Mordaza nueva al periodismo

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ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

Las acusaciones son muchas y lo fueron por muchos años. Los periodistas fueron el blanco de críticas, de cuestionamientos y de denuncias. Más de un político quiere ver a varios periodistas en la cárcel. El delito que se argumentaba prácticamente desde que la televisión empezó a informar fue la difamación.

Así como éste, se sumó el daño moral, el daño patrimonial, y una serie de calificativos que tenían en el fondo el objetivo de detener los avances de la prensa que llegó a convertirse en el cuarto poder, un gremio que, organizado en esos años, pudo romper la barrera de la censura en más de una ocasión.

Los periodistas mexicanos tuvieron los mejores maestros que caminaron con la historia, incluso, la cambiaron: Francisco Zarco, Salvador Díaz Mirón, Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Ignacio M. Altamirano, Ricardo Flores Magón. Hubo quienes ni siquiera leyeron sus textos pero también quienes aprendieron de ellos. Fueron perseguidos, torturados y asesinados por decir la verdad.

Las nuevas generaciones se convirtieron en parte de la familia mexicana gracias a la televisión. Cada noche entraba a los hogares Jacobo, Joaquín o Ricardo Rocha. No sólo eran quienes llevaban a las casas la información del mundo sino parte integrante de la convivencia diaria.

En otros medios tenemos verdaderos ejemplos de sacrificios que llevaron a la tortura, el exilio o el encarcelamiento a varios de ellos, como es el caso de Lydia Cacho, José Gutiérrez Vivó o Carmen Aristegui.

La diversidad de medios para informarse creó distanciamientos y a veces enfrentamientos. La mano del poder impuso no sólo censura, sino que condicionaba el papel a los diarios que eran el medio más socorrido por la población. Eran el vehículo de la verdad, o, por lo menos eso creía la mayoría de la gente. Los tiempos cambian, los medios y los periodistas desde luego.

Si el gobierno en este momento condicionara el papel para los diarios, éstos se reirían del gobierno. La tecnología ha cambiado de habitación la información. Bien se dice que la conciencia de los trabajadores depende de la máquina que maneja, de ahí algunas de las diferencias que finalmente logra vencer el compañerismo.

Pero la unidad, el sentimiento de unidad, la solidaridad con el colega es lo que no ha decaído. Los asesinatos de periodistas han reunificado al gremio y juntos escribimos y marchamos exigiendo justicia. Lo que le hacen a uno, nos lo hacen a todos. No hay niveles ni competencia, todos somos uno para exigir que la Ley se respete y respetándose la Ley se respeta la Constitución, que es la que rige nuestra conducta de convivencia entre todos los mexicanos.

La vieja consigna de acusar como injurias las denuncias de corrupción, o de disfrazar de difamación descubrir un mal manejo de recursos, o calificar de falta de leyes adecuadas el fraude electoral, han quedado atrás pero no así la intención de acallar a los periodistas.

La nueva práctica de censura cambia de nombre, las herramientas son nuevas y las acusaciones tienen otro nombre. Para esclarecer la situación tenemos el caso de una periodista de Veracruz, con más de 4 denuncias en su contra, por violencia política de género, que así se le llama ahora a la manera de censurar.

Ante los comentarios y acusaciones directas de la comunicadora surge la demanda, la cual no importa si gana o pierde, aquí lo esencial es el silencio, castigo supremo de los periodistas, que debe guardar respecto a sus sospechas de delitos, acusadas durante un largo periodo de tiempo. Tan prolongado como quieran jueces, magistrados, tribunales, etc.

La trampa para detener la información puntual está tendida, no hay manera de sortear una acusación por este delito, que, ante el surgimiento de su existencia, cualquiera interpreta como le viene en gana y lo único que hace es unificar a los comunicadores alrededor de quienes cumplen con su trabajo.

Es decir, el periodista hace la denuncia pública en su medio, la aludida acude a las autoridades para señalar que existe violencia política de género, y de inmediato entran en vigor las medidas cautelares que implican que la periodista no debe hablar, ni bien ni mal de quien acusa. Mientras transcurre la averiguación, el tiempo de la campaña, que es esencial para dar a conocer, en cuerpo y alma a la acusada públicamente de delitos graves, sucedió sin que la denuncia periodística le afectara. Una vez transcurrido el tiempo, la aludida gana en las urnas y puede ganar o perder el juicio. La ya para entonces ungida como funcionaria, acusada de corrupción gana porque una vez instalada en el cargo, tiene en muchas ocasiones, fuero que le impide ser juzgada. Al terminar la gestión, la acusación prescribió o se protege de que nadie puede ser juzgado por el mismo delito dos veces y la impunidad vuelve a triunfar.

Las medidas cautelares se colocan como un tiempo muerto entre la acusación y la verificación del delito, lapso que es un verdadero puente para alcanzar la impunidad de la acusada.

Ante esta situación no puede dejarse sola a una compañera que realiza su trabajo con responsabilidad, que arriesga su vida para informar de manera veraz.

PEGA Y CORRE.- El PRD ya no tiene frentes de guerra sino boquetes. Los empleados de ese partido en la Ciudad de México golpearon a la Secretaria General de Comunicación Política, Fanny Santiago, por la falta de salarios por más de dos meses. Debió estar presente Jesús Zambrano en el lugar pero al saber de la inconformidad prefirió enviar, como carne de cañón, a su subordinada, a quien golpearon, empujaron e insultaron… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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Omar Zúñiga – ¿Maximato en Derecho?

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DE PRIMERA MANO

*Goliza a Araceli Reyes

*Se esfuman sueños de reelección

Por Omar Zúñiga

El viernes pasado, 12 de abril, tuvo lugar una “Junta Académica Ordinaria” en la Facultad de Derecho.

Las cejas levantadas empezaron desde que en la convocatoria marcaban las 14:00 horas para el inicio de la sesión, pues regularmente (usos y costumbres) se convocaba a las 17:00 horas, pues de esta manera se garantizaba mayor participación, tanto de alumnos como de académicos, pues coincide con el término de la hora de la comida, ya no hay compromisos ni pretextos para ausentarse, por lo que los malpensados sugerían que esa hora garantizaba poca afluencia (antes de la comida), con lo que se prestaba a hacer algún movimiento ad hoc, no sé ad hoc para quién, pero ad hoc

La cosa es que la sesión arrancó  con media hora de retraso, a las dos y media de la tarde, sin embargo quien pensó que no habría quórum, le salió mal la jugada, al ser una de las más concurridas juntas, con la asistencia de 73 docentes y 40 alumnos, representantes de sección.

La siguiente ceja levantada fue en el pase de lista, cuando nombraron a tres profesores, uno que no está dando clase este semestre y dos profesoras que están de año sabático, una de ellas Bertha Alicia Ramírez Arce, quien dijo “presente” y casualmente, allegada (mucho) a la directora Araceli Reyes.

La extrañeza del respetable fue porque a otros académicos que han estado de año sabático, la directora no les ha permitido participar, con lo que se refuerza lo que los malpensados pensaban.

Una más de las cejas levantadas se dio en el punto VI de la convocatoria “Elección del (a) Coordinador (a) de Derecho Romano (…)”.

A manera de contexto, Bertha Alicia Ramírez Arce, fue coordinadora de dicho seminario durante 10 años, entre ellos el lapso de su cónyuge José Luis Cuevas como director, por 4 años.

Pues bien, ahora Araceli Reyes, la flamante directora, propuso que fuera Cuevas el coordinador del seminario, que fue aprobado, pero no por unanimidad, pues existe el recelo que Pepe Cuevas, previo a ser director de la Facultad, fue el coordinador de dicho seminario, que ciertamente fundó su madre, la maestra Gayoso.

La pregunta en radio-pasillo es por qué no se nombra a otra persona como coordinador del seminario de Derecho Romano, al haber muchísimos académicos capaces de llevar esta responsabilidad, y ya se habla de un maximato al interior de la escuela de leyes.

Por otra parte, el respetado José Lorenzo Álvarez Montero fue electo, también por mayoría, ya que hubo una abstención para proclamarse la unanimidad, como coordinador del seminario de Estudios Judiciales.

En la elección de “consejero maestro” del Consejo Técnico se registró una fórmula, la del exdirector Alberto Cruz Silva, como titular; y Laura Helena Álvarez, de suplente, misma que fue aprobada.

En el análisis del reglamento interno que rige desde 1980, (en el año 2019 se presentó un proyecto de reglamento interno), el acuerdo fue esperar la aprobación de la Ley Orgánica de la UV en el Congreso del Estado y de ahí partir para el análisis del documento de 2019, para lo cual se creó una comisión, integrada por docentes y alumnos, entre quienes se encuentra José Álvarez Hernández, estudiante de sexto semestre.

De esta manera y trasladándolo al lenguaje panbolero, el marcador fue abultado, dejando un solo tanto para Araceli Reyes (Derecho Romano), contra tres de José Lorenzo Álvarez Montero, que ganó de visitante, en la cancha de doña Ara.

Se posicionó como coordinador del Seminario de Estudios Judiciales; además de un integrante de la Comisión de Análisis de Reglamento Interno de la facultad y la suplencia del Consejero Maestro.

La ansiada reelección que pregona Araceli Reyes se ve cada más lejana, pues se pretendió dar un albazo y salió con cajas destempladas.

*****

Para documentar el optimismo…, la anarquía que priva en el Seminario de Derecho Romano, se debe a que no hay un documento de creación de dicho seminario.

No tiene reglamento o estatuto, “en virtud de que se rige bajo acuerdo de sus integrantes, con fundamento en el uso establecido desde su fundación”, es decir, se basa en usos y costumbres.

La estructura del mismo está basada en sus integrantes y el o la coordinador (a).

Y lo mejor de todo es que al no contar con un reglamento, tampoco se encuentra establecido un periodo específico para renovar la coordinación, es decir que la coordinación puede ser lo efímera o longeva que se desee, a gusto pues del director (a).

¡Qué barbaridad!

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Ángel Álvaro Peña – Panistas agreden a la Marina

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ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

En su afán por darle solidez a lo insostenible, los partidos de oposición que sólo integran 43 de 128 senadores, asistieron pero no hicieron quórum. Es decir, sólo fueron a la sesión destinada a aprobar la facultad de Amnistía para la Presidencia de la República y limitar los efectos de la suspensión en el juicio de amparo.

En esta sesión estaba previsto entregar la “Medalla de Honor Armada de México” al Secretario Rafael Ojeda Durán.

La razón que esgrime la oposición, a través de las Senadoras del PAN, es que si se le otorga el derecho de amnistía al Presidente liberará a narcotraficantes, y así darle sustento a su campaña sucia de que se trata de un narcogobierno y que México es un narcoestado.

Pero los panistas se llevaron entre las patas a un acto que acompañaba al del Presidente que era la entrega de la medalla. Según las Senadoras esa ley de amnistía está hecha específicamente para que el Presidente pueda liberar criminales.

El pasado 15 de septiembre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de Ley de Amnistía con la cual se busca poner en libertad a personas que estén presas de manera injusta o por delitos que no sean considerados graves.

Morena y sus aliados tienen la mayoría en la Cámara Alta, pero no la pudieron hacer valer debido a sus propias ausencias en el edificio de Reforma, de ser así le faltaron dos Senadores para realizar la sesión sin ningún contratiempo.

Por un lado, era la última oportunidad de darle validez a una acusación sin pruebas sobre la vinculación entre el gobierno y el narcotráfico y, además, tratar de convencer a la población de sus ocurrencias que han fundado sin sustento.

La oposición celebró con gran algarabía el bloqueo a la sesión como un triunfo político y criticó el contenido de las reformas que pretende aprobar la mayoría de Morena, señalando que afectan la división de poderes y contribuyen a la impunidad.

El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, dijo que la mayoría ‘manda’ y que las iniciativas irán adelante este miércoles, cuando logren convocar a todos sus legisladores:

Somos mayoría y la mayoría manda, aquí y en cualquier democracia del mundo.

Por otra parte, el secretario de Marina estaba presente en la antesala de la sala de sesiones, y se quedó esperando que diera inicio la sesión donde sería galardonado en nombre de todos los marinos del país. La agresión de los panistas hacia los marinos del país no debe olvidarse, todo para dale veracidad a una mentira, porque nunca han encontrado una sola evidencia de sus acusaciones, ni en México ni en las corporaciones policiacas de otros países.

El panismo está desesperado ante el estancamiento de su candidata, en un proceso que no tiene futuro. Incluso, se pronostica que todos los candidatos plurinominales a las cámaras podrán obtener su curul por los bajos promedios de votación que se avecinan.

Así, la oposición tiene que echar mano de todo lo que esté a su alcance para hacerse notar, para decirle a los mexicanos que existen y que son competitivos. Los Senadores se ganan su salario en los debates y cuando no hay debate deberían renunciar a sus cargos, porque es lo único que deben hacer. Sabotear el proceso natural del Poder Legislativo por los propios legisladores, significa un agravio a la democracia, a los mexicanos y de paso a nuestras fuerzas armadas por el desaire en que incurrió una oposición cegada por la desesperación.

PEGA Y CORRE.- Los candidatos a la Presidencia de la República proponen cada uno un nuevo formato de debate para el 28 de abril. Nadie se pone de acuerdo y la condición de los debates es la sorpresa sobre su formato, que sirve para que los votantes observen cómo reaccionan los candidatos ante problemas inesperados. Pero quieren todo a su gusto… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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