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| Xalapa, Ver. | 26 Jul 2024 - 11:32hrs

La inseguridad en el estado de Veracruz está desatada, y es que, los elementos policiacos que son los responsables de mantener el orden son los generadores de violencia, comenten abusos y cobran dinero para dejar libres a los detenidos que apañan en los retenes.

No cabe duda que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, vive su sueño guajiro, puesto que en muchas de sus entrevistas y conferencias asegura que vamos muy bien y que la inseguridad va a la baja, cuando en todo lo contrario.

Y es que, a lo largo del presente sexenio, el cual, afortunadamente está a punto de finalizar, la prepotencia e ineficacia con la que se desempeñan los elementos policiales ha dado mucho de qué hablar.

En lo que va de los últimos días un ejemplo es el caso de Totalco, donde policías asesinaron a dos manifestantes a lo que, el gobernador no hizo nada y dejó pasar por alto la brutalidad de los elementos de “seguridad”.

El más reciente, es el sucedido el pasado martes 23 de julio, donde jóvenes estudiantes de la IBERO, fueron baleados por elementos policiacos, afortunadamente, para la integridad de los estudiantes y claro, para Cuitláhuac García Jiménez, no pasó a mayores, sino, no se imaginaba en el tremendo problema en el que estaría metido si algunas de las balas hubiese generado un desenlace mortal.

Los jóvenes se encuentran bien, sin embargo, no deja de ser reprobable el pésimo desempeño de estos sujetos que solo tienen de lujo el uniforme.

Cabe destacar que, trascendió que uno de los jóvenes baleados por la policía es hijo de un Magistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Este togado está exigiendo que el caso no quede impune y que rueden cabezas en la Secretaría de Seguridad Pública.


De igual manera, se buena fuente, se ha dado a conocer que en Minatitlán, los fines de semana agentes de Tránsito hacen su agosto, en retenes ilegales colocados estratégicamente, detienen a todo aquel que se atraviese por ese sitio y para liberarlos les exigen una buena mochada que va de los 5 mil a los 8 mil pesos.

Desafortunadamente esto no solo sucede en Minatitlán, sino a lo largo y ancho del estado; cuando a García Jiménez le han cuestionado sobre estos hechos, él solo responde “pues que denuncien”, de esa manera se quita responsabilidad quedando impunes todos estos abusos de poder.