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El Sol de México | Ciudad de México. | 21 Nov 2024 - 10:49hrs
El gaslighting es una forma de abuso emocional que consiste en manipular a una persona hasta hacerla dudar de sus percepciones, opiniones o recuerdos., y al menos 4 de cada 10 mujeres lo han padecido.
Este fue la experiencia de Adriana, una arquitecta y madre de un niño, quien vivió violencia psicológica por parte de su expareja. Al igual que ella, la mitad de la población femenina de 15 años o más en el país expresó haberla experimentado, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.
Por tratarse de una violencia cotidiana es muy probable que quien la padece termine invisibilizándola, señala Alba Luz Robles Mendoza, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM. Por ello, añade la doctora en Ciencias Penales y Política Criminal, es crucial que las mujeres cuenten con redes de apoyo social y herramientas de afrontamiento a fin de identificarla y salir de los espacios violentos.
En 2023, Adriana comenzó una relación de pareja con un hombre que, desde un inicio, tuvo actitudes que dañaban su integridad. “Quedábamos de vernos y me plantaba. Cuidaba mis palabras porque si le comentaba cómo me sentía asumía papel de víctima y me dejaba de hablar. Durante mi embarazo acordamos que me acompañaría con la ginecóloga, pero nunca llegaba. Al mismo tiempo me decía ‘te amo’, ‘hagamos planes’”.
De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la psicológica es “cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica y puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, infidelidad, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de la autoestima e incluso al suicidio”.
Alba Luz Robles explica que, por tratarse de conductas cotidianas, suelen minimizarse e invisibilizarse, es decir, quien las vive no las ve por estar en medio de dinámicas violentas, pero las personas externas a la relación sí las notan. También hay acciones, como las muestras de celos, que se han naturalizado y legitimado tanto que la víctima y la sociedad suelen creer que se tratan de una manifestación de amor.