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Con información de La Jornada | Ciudad de México. | 07 Dic 2024 - 10:26hrs
El Atlante anunció una nueva mudanza, forzado por los malos tratos y la falta de comunicación de los administradores del estadio Ciudad de los Deportes desde que la alcaldía Benito Juárez colocó sellos de clausura por incumplimiento de normas de protección civil. Los Potros acordaron jugar en el recinto de la colonia Nochebuena hasta finales de 2025, pero desde la pasada liguilla en la Liga de Expansión –cuartos de final y semifinales– disputaron sus partidos de local en casa del Pachuca, debido a problemas administrativos. Nos hicieron a un lado de un estadio en el que se supone éramos el anfitrión principal, dice a La Jornada el presidente del club azulgrana, Emilio Escalante, luego de establecer como sede la ciudad de Zacatepec a partir de la siguiente temporada.
Como lo hizo en épocas anteriores, el llamado equipo del pueblo arribó hace cuatro años a la colonia Nochebuena para buscar su regreso a Primera División. Ante el cierre obligado del estadio Azteca por remodelación, su permanencia en los últimos dos torneos sufrió un desgaste tras la llegada de Cruz Azul y América, con quienes compartió la localía en la Liga Mx. Hoy todavía tenemos contrato hasta 2025, subraya Escalante, quien aún sigue sin tener contacto con la familia Cosío, propietaria del inmueble, para negociar algún resarcimiento.
Su abogado simplemente no quiso tener comunicación con nosotros. Es una total falta de respeto, de ética y de principios. Nunca tuvimos un informe por escrito ni aceptaron tomarnos ninguna llamada. Ese estadio estaba muerto hasta que llegó el Atlante y lo revivió. Le convino a los dueños, pero no todos tenemos la misma educación. Aquellos que piensan que sacamos al club de la ciudad por algo económico, no tienen ni idea de lo que están hablando. Yo no me bajo ante los trancazos ni ante las dificultades, espero que los verdaderos atlantistas vayan por el mismo camino, porque en Morelos la gente también está muy entusiasmada de que llevemos el futbol.
Desde sus inicios, el Atlante labró su historia cerca de los barrios humildes de la Ciudad de México. Rentó los parques Alianza, Asturias, España y Necaxa. Se estableció cuatro veces en el Ciudad de los Deportes (1947-57, 1983-96, 2000-02 y 2020-2024), alquiló los recintos de Ciudad Universitaria, el Corregidora y el Neza 86, y se mudó en 2007 a Cancún, donde ganó a Pumas un título de liga. Esta vez la mudanza al Agustín Coruco Díaz, en Morelos, está acordada de forma temporal y con la idea de integrar al Atlético Zacatepec –hoy en la Liga Premier Mx– como una filial en la estructura azulgrana.
Teníamos planeado desde antes regresar el futbol a Zacatepec, rescatarlo como lo hicimos con el Atlante. Son dos clubes históricos para el futbol mexicano, explica el directivo, acompañado de la gobernadora del estado de Morelos, Margarita González Saravia, durante un acto de presentación en el templo de los Cañeros. Nos vamos temporalmente. Las condiciones para jugar hoy en la Ciudad de México son complicadas, pero buscaremos un estadio donde realmente se respete al Atlante. Hay algunos proyectos que se pueden dar. Los dueños del Ciudad de los Deportes le dieron preferencia a las corridas de toros y otros actos, porque les deja más dinero. No hay otra razón. Ahora buscaremos dignificar al club donde debe ser.
Los primeros partidos de los Potros en Morelos serán de preparación, el 23 de diciembre y el 4 de enero contra Puebla y Pumas. Su llegada, además, reactivará el aeropuerto Mariano Matamoros con miras a la Copa del Mundo de 2026, según las autoridades estatales. Nos interesa mucho el futbol, porque es una fuente de derrama económica para el estado, señaló la gobernadora González Saravia. Tenemos un estadio maravilloso, la gente de Zacatepec es extraordinaria, es futbolera de raíces. Esperamos que este sea el comienzo de una gran época en el estado de Morelos.
Dado que el contrato para jugar en el Ciudad de los Deportes sigue vigente, la directiva azulgrana re-solverá legalmente con sus abogados el incumplimiento de diferentes condiciones por parte de la familia Cosío, propietaria del recinto, antes de que finalice la siguiente temporada.