Con información de Excélsior | Ciudad de México. | 15 May 2025 - 21:47hrs
Ante la mirada de Juan Gabriel, Lucha Villa, Lola la Grande y José Alfredo, ahí estaba Ed Sheeran con su tez blanca, pantalón rojo y una camiseta blanca que dejaba ver sus brazos con tatuajes.
Pero no era otra imagen sobre las paredes del emblemático Tenampa de la Ciudad de México, sino que el británico estaba en carne y hueso con sus 1.7 metros de estatura en medio del salón de la planta baja, rodeado de fans, influencers y medios de comunicación para escuchar su música.
No hubo notas de mariachi ni “vivas México” ni se escuchó El rey, Paloma negra o Cielo rojo. Se oyeron A Team, I Don’t Care, Castle on the Hill y Shape of You, acompañados, en algunos momentos, por un tololoche, bajo sexto, un requinto, una trompeta y dos charchetas, sonidos estos últimos en boga por los corridos tumbados.
Y no es que algunas canciones que el autor presentó fueran tocadas en ese género, pero le daban cierto sonido mexicano y más por el lugar en el que se presentaron.
Minutos antes de las tres de la tarde, ese lugar en la Plaza Garibaldi donde todos alguna vez nos hemos desgarrado la garganta, recibió al cantante como parte de un evento organizado por su casa disquera y fans convocados a través de Spotify Fan First. Unos 80 quienes, junto con las demás personas, acompañaron al compositor.
Así llegaron I Don’t Care y A Team, con los cuales Ed se echó al bolsillo a su pequeña, pero comprometida audiencia. Quizá ninguno había estado tan cerca de él, con apenas unos metros de distancia. Él se movía dando vueltas sosteniendo su guitarra, para que todos pudieran verlo, cantando y apenas haciendo contacto visual.
Debido a que no usó micrófono para cantar, a veces pidió a su público que no subieran tanto la voz, hecho que nadie se tomó personal y sólo atinó en decir “Oh, yes”.
Y ahí seguía el joven de 34 años, cantando, compartiendo casi en cada canción, el origen y lo feliz que se sentía de estar entre los mexicanos. Prometió volver y eso, se lo aplaudieron mucho.
También hubo espacio para los temas nuevos que formarán parte de su nuevo disco Play —que saldrá el 12 de septiembre— como Old Phone y Azizam, la cual presentó en vivo en un acto igual del de Garibaldi, pero en Londres.
“Es un álbum creado como una respuesta directa al periodo más oscuro de mi vida. Al salir de todo eso, solo quería crear alegría y tecnicolor, y explorar culturas en los países a los que iba de gira”.
Para la siguiente canción, de nueva cuenta pidió que cantaran un poco más abajo, ya que en la segunda parte de la misma habría una sorpresa. Así llegó Elena Rose, quien interpretó una parte en español de Thinking Out Loud.
La tarde continuaba; sobre Sheeran flotaban los papeles picados multicolores mexicanos con la leyenda “Tenampa”. Al fondo la barra, que ha servido infinidad de tragos, y, aunque no hubo gota de alcohol, se sentía una embriaguez de felicidad. Él, ya hacía contacto visual y hasta tomó el teléfono de una chica que estaba en videollamada con varias personas para cantarles de manera virtual.
Antes de Shape of You “no había venido a México y ya sonaba en todos lados”, al ganador del Grammy ya no le importaba que la gente cantara arriba, incluso hasta los instó a hacerlo para esta rola; aplausos y gritos ligeros.
El final estaba por llegar, las miradas de Lila Downs y Jorge Negrete seguían sobre él, y como testigo la barra en la que se han servido miles de tragos.
Ed subrayó que el Tenampa era un lugar para beber y compartir. Comentó que su padre, como irlandés, también tocaba en bares, pero muy distinto a nuestro Tenampa. Se ven muy diferentes, pero “tienen la misma energía”.
Así llegaron Parting Glass y Afterglow, sobre una silla para agradecer por la compañía; “gracias a ti”, “Thanks to you”, dijeron algunos, y abandonar rápidamente el legendario lugar fundado en 1925, ideal para el palomazo.