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Noreste | Chihuahua | 16 Jun 2025 - 10:01hrs
El sitio arqueológico de manifestaciones gráfico-rupestres Cueva de las Monas, ubicado a 60 kilómetros al norte de la ciudad de Chihuahua, ha sido objeto de una exitosa intervención por parte de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Como resultado de exhaustivos trabajos de limpieza y consolidación, se ha logrado documentar e interpretar con mayor precisión los motivos que conforman la gráfica rupestre, permitiendo la identificación de nuevas figuras y elementos pictóricos de gran relevancia.
Estos avances se enmarcan en la cuarta temporada de campo, liderada por el Centro INAH Chihuahua en estrecha colaboración con los gobiernos estatal y municipal. La Cueva de las Monas, enclavada en un cerro hacia el extremo noreste de la Sierra de Majalca, alberga pinturas sobrepuestas de notable calidad en el trazo y riqueza iconográfica. Estas manifestaciones remiten a un origen prehispánico y evidencian la influencia de la labor misional española durante los siglos XVII y XVIII, consolidándose como un patrimonio de inestimable valor histórico para el estado.
El antropólogo Jorge Carrera Robles, director del Centro INAH Chihuahua, presentó los progresos del proyecto de estudio y conservación durante una visita oficial al sitio. Lo acompañaron el secretario de Turismo en la entidad, Felipe Edibray Gómez Gallegos, la directora de Operación de Sitios del INAH, Vania Carrillo Bosch, y otros representantes de los gobiernos estatal, municipal y federal, así como especialistas de las áreas de Conservación y Estudios Arqueológicos.
El director Carrera Robles destacó que, tras varias jornadas intensivas de trabajo, se han revelado registros rupestres de gran valor. «Con paciencia, experiencia y el uso adecuado de materiales, hoy podemos observar representaciones mucho más claras que las identificadas hace cuatro años», afirmó.
Uno de los enfoques primordiales del proyecto en la Cueva de las Monas ha sido la erradicación de los daños ocasionados por visitantes en años anteriores. Entre los deterioros identificados se encontraban grafitis realizados con aerosol, carbón y lápiz, además de hollín producto de fogatas, elementos que alteraron significativamente las superficies de la cueva. Las labores de restauración han requerido una intervención manual sumamente meticulosa y especializada.
Para la limpieza, se aplicaron compuestos químicos específicos diseñados para fortalecer la piedra, soporte de las pinturas. Estos productos, invisibles a simple vista, consolidan la superficie rocosa, especialmente aquella con características similares a la arenisca, previniendo su exfoliación y, por ende, la pérdida del pigmento original.
A pesar de que la Cueva de las Monas aún no cuenta con un sistema de acceso formalmente regulado, el gobierno municipal de Chihuahua ha asignado a un custodio permanente para resguardar el sitio, una medida fundamental para su protección.
Una de las tareas prioritarias del INAH es la concientización y difusión del valor patrimonial del sitio con el objetivo de erradicar conductas destructivas. Al respecto, el antropólogo Carrera Robles señaló que en los últimos años se ha observado un cambio positivo en la actitud social hacia la preservación del patrimonio.
Finalmente, el titular del Centro INAH Chihuahua reafirmó el compromiso institucional de continuar con acciones coordinadas. «Seguiremos trabajando de manera conjunta los tres órdenes de gobierno, para consolidar y proteger este importante sitio arqueológico», concluyó, subrayando la importancia de la colaboración interinstitucional para la salvaguarda de este invaluable bien cultural.