El Mundo | Italia. | 22 Jun 2025 - 09:47hrs
Una tarde de horror y desconcierto tiñó de sangre el tranquilo pueblo de Racale el pasado 17 de junio. Teresa Sommario, de 54 años y empleada, fue brutalmente asesinada a hachazos en su domicilio de via Toscana, un crimen que ha sumido a la comunidad en un profundo estado de shock. Las investigaciones de los Carabinieri apuntaron de inmediato a su hijo, Filippo Manni, de 21 años, quien fue detenido mientras deambulaba por las calles y, posteriormente, confesó el atroz crimen.
La Confesión Fría y Desconcertante
"En un momento dado, se me apagó todo. Subí al piso de arriba, cogí el hacha y la maté", declaró Manni ante el fiscal y su abogado, Francesco Fasano, con una frialdad que heló la sangre de los presentes. El joven relató que el motivo del asesinato fue un regaño de su madre por haber entrado a casa sin saludar.
"Otras veces lo pensé en broma, se lo decía y, hoy, lo hice", añadió, sin mostrar aparente emoción ni arrepentimiento.
El hacha utilizada, una herramienta de boy scout que Filippo conservaba desde su infancia como "lupetto", fue el arma de un crimen que acabó con la vida de su madre tras múltiples golpes en la nuca, la cabeza y el pecho. Teresa Sommario, aunque atendida por los servicios de emergencia, falleció desangrada en el suelo de su hogar.
Tras el asesinato, Manni no se detuvo. Con la misma hacha, destruyó el ordenador con el que su madre teletrabajaba. Cuando se le preguntó por qué lo hizo, su respuesta fue tan lacónica como perturbadora: "Porque hablaba".
Un Pueblo Atónito y en Busca de Respuestas
La noticia del parricidio corrió como la pólvora por Racale, generando incredulidad y consternación. Teresa Sommario y su familia eran muy conocidas y apreciadas en la localidad, como confirmó el alcalde Antonio Salsetti.
"Estamos consternados, aterrados por una tragedia inverosímil", expresó Salsetti, visiblemente afectado. El alcalde, cercano a la familia, describió a Filippo Manni como un joven "sonriente, sereno, como siempre" y sin antecedentes de comportamiento violento.
"Nunca había dado señales que permitieran pensar que podría cometer un acto tan insensato", afirmó. La comunidad de 10.000 habitantes, donde "todos se conocen", busca ahora respuestas a una tragedia de "violencia inaudita".
Un Perfil Inesperado y Motivos Turbios
Filippo Manni, estudiante de Economía en la Universidad La Sapienza de Roma, había regresado a Racale hacía apenas dos semanas para las celebraciones del patrón San Sebastián, y trabajaba temporalmente como socorrista. Tiene dos hermanos gemelos, que cumplirán 18 años el próximo mes; fue uno de ellos quien dio la voz de alarma tras escuchar los gritos de su madre.
Los investigadores tratan de desentrañar los motivos más profundos que desataron la furia del joven. Se barajan conflictos relacionados con sus estudios, ya que Manni consideraba dejar la universidad para dedicarse a su pasión, la guitarra, y matricularse en el conservatorio de Lecce.
Además, días antes del homicidio, el joven había tenido un accidente con el coche familiar, causándole daños. Según el chapista que revisó el vehículo, Filippo habría roto el parabrisas de un puñetazo pocos días antes del fatal desenlace, un detalle revelado en el programa 'Ore 14' de Rai 2.
Tras el crimen, Filippo Manni fue interceptado por los Carabinieri en el camino a Torre Suda, desorientado y sin camiseta. "Quería ir al cementerio a ver a mi abuela, o a bañarme al mar", declaró durante el interrogatorio, negando cualquier intención de huida.
Manni ha sido trasladado a prisión y se ha aumentado la vigilancia sobre él. La autopsia del cuerpo de Teresa Sommario, a cargo del médico forense Alberto Tortorella, se realizará el próximo viernes 20 de junio, buscando arrojar más luz sobre las circunstancias de este impactante parricidio.
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