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Isaac Carballo Paredes | Poza Rica, Ver. | 17 Oct 2025 - 11:01hrs
Una densa nube de polvo ha cubierto por completo la ciudad luego de que el lodo generado por la reciente inundación se secara, afectando ahora a viviendas, comercios, refugios improvisados y hasta los módulos de salud instalados en distintos puntos del municipio. La situación ha comenzado a generar nuevas afectaciones a la salud de la población, especialmente en las zonas más golpeadas por el desastre.
Vecinos reportan síntomas como resequedad en la garganta, picazón en la piel, ojos llorosos y problemas gastrointestinales, atribuidos a la constante exposición al polvo que se levanta con el viento o al realizar labores de limpieza. Esta capa de residuos finos cubre calles, banquetas y mobiliario urbano, volviendo el aire pesado y difícil de respirar.
De acuerdo con especialistas en salud ambiental, el polvo que queda tras una inundación es altamente contaminante, ya que está compuesto por lodo y sedimentos secos mezclados con microorganismos, residuos químicos y materiales urbanos. Entre sus componentes pueden encontrarse bacterias como E. coli y Salmonella, esporas de moho, pesticidas, combustibles y hasta restos de plomo o amianto desprendidos de construcciones antiguas.
Respirar este polvo representa un riesgo significativo para el sistema respiratorio, pues las partículas menores a cinco micras pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar asma, sinusitis, alergias e infecciones respiratorias, además de propiciar enfermedades gastrointestinales si hay contacto directo con patógenos.
Las autoridades y expertos recomiendan extremar precauciones al limpiar, utilizando mascarillas N-95, guantes y protección ocular, además de ventilar los espacios, limpiar con métodos húmedos y evitar que el polvo seco se disperse.
También se aconseja desechar los materiales contaminados que no puedan desinfectarse por completo, para prevenir el desarrollo de moho y nuevas enfermedades.