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Humedal experimental del INAH logra la fitodepuración del agua contaminada del Apantle

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Noreste | Morelos | 24 Oct 2025 - 11:41hrs

En el marco del segundo día de actividades del INAHfest, celebrado en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos, se presentaron resultados prometedores del proyecto de investigación enfocado en la restauración ecológica y la sustentabilidad hídrica del Jardín Etnobotánico del Centro INAH Morelos.

La iniciativa, denominada “Sistema experimental de humedales tipo mesocosmos para la fitodepuración de agua del apantle”, demostró que el líquido contaminado que atraviesa el predio puede ser limpiado y reutilizado para riego y servicios públicos.

El proyecto, que se desarrolla desde 2024, es dirigido por el investigador José Luis García Tavera, de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación de México. García Tavera explicó en el conversatorio “El humedal del Jardín Etnobotánico: restauración ecológica, sustentabilidad hídrica y enriquecimiento de colecciones” que se trata de un «modelo de restauración ecológica» con el objetivo de recuperar los atributos bioculturales del ecosistema de la zona.

«Los resultados del análisis del humedal, conforme a los criterios de calidad del agua de cuerpos superficiales, establecidos por la Comisión Nacional del Agua, demuestran que el líquido está limpio y puede reutilizarse,» afirmó García Tavera.

El canal, que en tiempos prehispánicos o coloniales pudo haber surtido agua a las poblaciones cercanas, perdió su función con los años y se convirtió en una fuente de contaminación. El objetivo del proyecto es rescatar sus atributos originales y transformarlo en una corriente de nutrientes.

El sistema de saneamiento utiliza un diseño único, elaborado con materiales orgánicos provenientes del jardín. El cauce pasa por distintas fases:

Retención de sólidos.
Depuración biológica: Introducción de especies tolerantes a la contaminación, como cultivos de caña de azúcar y maíz, que generan microorganismos capaces de descomponer los desechos.
Al desembocar en el cárcamo, el agua se encuentra limpia y apta para ser potabilizada.
Paul Hersch Martínez, coordinador del Programa de Actores Sociales de la Flora Medicinal en México, adscrito al Centro INAH Morelos, destacó la coherencia de la actividad con el cometido del instituto, señalando que «toda cultura es biocultura» y no puede separarse del entorno natural.

Por su parte, el ingeniero rural Alexis Fabián Estrada Almazán resaltó que el humedal ha enriquecido la colección de plantas acuáticas y se ha convertido en un espacio de polinización. Como indicador clave de la calidad del agua, mencionó la prosperidad de las libélulas, polinizadores altamente sensibles a la contaminación.

Finalmente, el moderador del evento, Hernán Alvarado Sizzo, investigador del Centro INAH Morelos, enfatizó la relevancia del proyecto al combinar la ingeniería y la biología para el manejo integral de este vital líquido.