Con información de Agencias | Estado de México. | 22 Nov 2025 - 20:18hrs
Hoy continuó la audiencia de María Fernanda 'N' y Brandon Jonathan 'N' en los Juzgados de Cuautitlán, donde un Juez de Control determinó vincularlos a proceso por homicidio agravado, luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México presentó pruebas que acreditan su probable participación en la muerte del sacerdote Ernesto Baltazar, ocurrida el 29 de octubre.
el juez escuchó alegatos, testimonios y revisó las pruebas presentadas por la Fiscalía y la defensa. Tras ello, dictó la vinculación a proceso por homicidio agravado para ambos imputados.
Una tercera implicada, Fátima Isabel 'N', enfrentará su proceso en fecha posterior debido a que fue detenida una semana después.
Imputados suman cargos por desaparición y homicidio
María Fernanda y Brandon Jonathan ya se encontraban vinculados por el delito de desaparición de personas cometida por particulares, por lo que ahora acumulan dos procesos en su contra.
Las investigaciones señalan que el 29 de octubre los tres implicados habrían causado la muerte del sacerdote de la capilla Santa Cruz, en Tultepec.
De acuerdo con la carpeta de investigación, durante la madrugada del 30 de octubre cubrieron el cuerpo con bolsas negras, lo ataron a un sillón y lo trasladaron al canal de Nextlalpan para deshacerse de él.
¿Cuándo desapareció el sacerdote?
De acuerdo con la ficha emitida por la Comisión de Búsqueda de Personas, Ernesto fue visto por última vez por sus familiares el 27 de octubre, pero el reporte se levantó dos días después.
A través de las entrevistas con los sospechosos por el caso, la Fiscalía tuvo conocimiento de que el último día con vida del sacerdote fue el 29 de octubre, cuando éste tuvo un encuentro con Fátima en un hotel, pues supuestamente desde hace un año mantenía relaciones íntimas con la mujer que trabaja como escort.
Posteriormente, su acompañante lo habría guiado a un domicilio en Tultitlán, con la intención de robarlo, en el cual ya los esperaba Brandon.
Dentro de la vivienda las tres personas estuvieron conviviendo, y aquí se desprenden dos versiones, una que la mujer lo drogó con gotas para poder despojarlo de sus pertenencias, y otra que estaban consumiendo bebidas y estupefacientes. Ambas versiones finalizan con que Brandon atacó a Ernesto hasta que por un golpe en la cabeza el sacerdote murió.
Después del asesinato, llegó María Fernanda, paraje de Brandon, y los ayudó a intentar esconder el cuerpo, el cual embolsaron y amarraron a un sillón que posteriormente fueron a tirar a un canal de aguas negras.
Asimismo, los implicados vendieron en Hidalgo el automóvil de la víctima por 37 mil pesos, y por el cual se les pudo identificar como posible responsables de la desaparición.
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