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Isaac Carballo Paredes | Poza Rica, Ver. | 01 Dic 2025 - 12:27hrs

Tras las severas inundaciones registradas en octubre, diversos predios particulares, campos deportivos, arroyos e incluso pozos petroleros se han transformado en verdaderos cementerios de automóviles dañados. Las unidades, arrastradas o anegadas por el agua, permanecen en los sitios donde quedaron atrapadas, acumulando lodo y escombros.

En colonias como Morelos, Granjas, Ignacio de la Llave, 27 de Septiembre, Lázaro Cárdenas, Gaviotas, La Floresta y Palmasola, es común observar vehículos completamente inservibles a la orilla de las calles. Muchos de ellos continúan cubiertos de lodo, ramas y basura, evidenciando la magnitud de la contingencia que vivió la ciudad.

Los habitantes señalan que el abandono de estas unidades se ha vuelto parte del paisaje urbano, pues no todos los propietarios han podido retirarlas por los daños mecánicos o estructurales que presentan. Algunos vehículos quedaron semienterrados, mientras que otros fueron desplazados por la corriente hasta zonas de difícil acceso.

Con el paso de las semanas, estos automóviles comenzaron a representar un riesgo sanitario. En su interior se mantiene acumulado lodo agusanado, humedad, desechos y restos orgánicos, convirtiéndose en potenciales focos de infección, especialmente en áreas donde la circulación de personas es constante.

Vecinos de las colonias afectadas consideran necesario que las unidades sean retiradas cuanto antes, tanto por seguridad como por salud pública. Mientras tanto, continúan conviviendo con estas estructuras deterioradas que recuerdan día a día el impacto que dejaron las inundaciones de octubre.