Noreste | Poza Rica, Ver. | 03 Dic 2025 - 11:12hrs
Petróleos Mexicanos (Pemex) avanza en un nuevo esquema para recuperar parte de la producción de crudo mediante la reactivación de 400 pozos cerrados en el país, a través de un procedimiento competitivo de adjudicación. Este modelo permitirá incorporar la participación de empresas privada para sumar en coordinación con Pemex alrededor de 13 mil barriles diarios con inversión estimada en 1,500 millones de pesos a finales de 2025 y principio de 2026.
Dentro de las regiones consideradas por la petrolera destaca la zona Poza Rica–Altamira, incluida entre las áreas de interés por su potencial operativo y la disponibilidad de infraestructura existente. La inclusión del Activo Poza Rica significa que en esta ciudad se prevé la reactivación de pozos actualmente cerrados, lo que sin duda representa una noticia alentadora para la región, tras años de caída en la producción derivada del agotamiento natural de campos maduros.
El esquema establece que las empresas privadas asumirán la totalidad de la inversión, ingeniería, operación y mantenimiento, con una proyección inicial de 1,500 millones de pesos. Su única remuneración será una tarifa basada en el flujo de efectivo disponible después de la comercialización del crudo, es decir, sólo cobrarán si los pozos generan resultados positivos.
Actualmente, Pemex se encuentra en la fase de revisiones técnicas y en la conformación de cuartos de datos para valorar el potencial de cada pozo. A nivel nacional existen cerca de 5 mil pozos cerrados con oportunidad de negocio, aunque la meta inmediata es seleccionar los más rentables y con capacidad de recuperar producción en el corto plazo, sin comprometer el presupuesto de la empresa productiva del Estado.
Con esta estrategia, Pemex busca contener la caída de sus plataformas maduras, mejorar la rentabilidad de sus asignaciones y avanzar en el objetivo federal de alcanzar 1.8 millones de barriles diarios, frente a los actuales 1.6 millones.
La empresa afirmó que la participación privada, sin ceder operadores ni títulos de asignación, se perfila como un mecanismo temporal para fortalecer la seguridad energética del país.
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