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Tl Xinachmej / Somos Semilla: La pozarricense Guillermina Ortega transforma objetos ancestrales en arte performativo

Noreste | Poza Rica, Ver. | 04 Dic 2025 - 14:34hrs

La artista Guillermina Ortega, oriunda de Poza Rica, Veracruz, ha inaugurado su más reciente proyecto, "Tl Xinachmej / Somos Semilla" (2025), una potente videoinstalación performativa que se presenta como el primer eslabón de una trilogía creativa, con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (2024-2027).




La exposición, respaldada por la Secretaría de Cultura de Veracruz, es un manifiesto "pensado desde y para Veracruz" que busca generar un diálogo profundo. Ortega articula en su obra el dibujo expandido y su relación con el cuerpo, e integra el náhuatl no solo como lengua, sino como el reflejo de un universo conceptual que acentúa el efecto fonético en el video.

El Metate se Vuelve Matriz de Comprensión
El núcleo de la obra de Ortega reside en su método: memoria-práctica-objeto. Partiendo del concepto maya peninsular (maayat’aan) donde "ver es entender" (Bix a wilik), la artista desarma la visión cotidiana de los artefactos.




Según el análisis del investigador maya Genner Llanes Ortiz, cuando Ortega interactúa con fotografías de sus antepasadas, huipiles o cántaros familiares, estos objetos se desdoblan en nuevos significados. El metate, por ejemplo, deja de ser un utensilio para convertirse en una "matriz hermenéutica sobre la que se muelen consideraciones". Lo que verdaderamente transforma es el acto o performance, que saca al objeto de lo cotidiano para revelarlo en relación con la galería, la calle o el territorio.

Una Respuesta desde el "No-Centro" al Racismo Histórico
"Tl Xinachmej / Somos Semilla" se lanza a las "fronteras interiores" de la identidad, resignificando a las abuelas nahuas cuya memoria fue silenciada por el mestizaje occidentalista y blanqueador de la cultura mexicana.




Con un arte híbrido —que combina lienzo-espacio-territorio y ritual cotidiano-instalación— Guillermina Ortega, desde su origen en Poza Rica, cuestiona la marginación de "lo indígena" en la creación artística.

La exposición se convierte en una poderosa respuesta a la exclusión histórica, preguntando: "¿Se puede hacer arte indígena contemporáneo que atraviese fronteras mientras abreva de la raíz? ¿Se puede DESDE... Veracruz, desde el no-centro?" El arte de Ortega es, en sí mismo, la afirmación de que sí es posible.