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Noreste | Xalapa, Ver. | 22 Dic 2025 - 12:57hrs
Xalapa no sólo es la capital política de Veracruz; es también una ciudad que ha crecido y se ha transformado gracias a la visión de liderazgos que han entendido que el progreso verdadero debe ir de la mano del humanismo y del compromiso social. En ese proceso histórico destacan con claridad dos familias cuya aportación ha sido determinante para el desarrollo urbano, económico, cultural y comunitario de la capital veracruzana: la encabezada por Manuel Fernández Ávila y la integrada por los hermanos y hermanas Chedraui Obeso. Su labor, respaldada por una colaboración histórica con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), ha consolidado a la ciudad como un referente de inversión y bienestar en el sureste mexicano.

La influencia de estas familias no se limita a un solo ámbito. Su legado se expresa en infraestructura, inversión productiva, generación de empleos, fortalecimiento del tejido social, impulso al deporte, la educación y las artes, y, sobre todo, en una visión de ciudad que prioriza el bienestar colectivo. En un contexto donde muchas decisiones públicas y privadas suelen carecer de planeación a largo plazo, sus aportaciones han marcado una diferencia tangible y duradera.
Bajo la visión estratégica de Manuel Fernández Ávila, Xalapa logró consolidarse como un polo atractivo para inversiones de alto impacto. La llegada de empresas de alcance internacional como Costco y Walmart a la capital no fue producto de la casualidad, sino de una planeación orientada a detonar desarrollo económico, modernizar la oferta comercial y generar cientos de empleos directos e indirectos para la población local. Estas inversiones colocaron a Xalapa en el mapa del comercio nacional y fortalecieron su competitividad regional.

Pero el desarrollo impulsado por Fernández Ávila no se limitó a la atracción de empresas. Una de sus mayores contribuciones fue la donación de miles de metros cuadrados de terreno destinados a causas de alto impacto social. Gracias a esta visión, se lograron espacios para la construcción de escuelas, oficinas gubernamentales -como la Delegación Federal de la Secretaría de Comunicaciones- así como áreas verdes y recreativas que hoy forman parte esencial del entorno urbano de la ciudad. Estos espacios no sólo ordenaron el crecimiento de Xalapa, sino que mejoraron la calidad de vida de miles de familias.
A este legado se suma una aportación fundamental en el ámbito deportivo y social: Manuel Fernández Ávila fue el promotor y fundador del Club Deportivo Britania en Xalapa, un espacio que con el paso de los años se ha consolidado como referente del deporte y la convivencia social. Actualmente, el club es sede de torneos internacionales de tenis, eventos que han sido posibles gracias al impulso decidido de uno de sus hijos, Antonio Fernández Chedraui, fortaleciendo la proyección nacional e internacional de la ciudad. En el ámbito cultural, también destaca la aportación de su hijo menor, Rodrigo Fernández Chedraui, cuya trayectoria en la literatura y las artes ha contribuido al enriquecimiento del panorama cultural xalapeño.
En paralelo, la familia Chedraui Obeso ha sido un pilar del desarrollo económico y social de Xalapa y de toda la región sur-sureste del país. Su compromiso con la comunidad se ha expresado tanto en el ámbito empresarial como en acciones concretas de responsabilidad social. Los hermanos Antonio y Alfredo Chedraui Obeso, en particular, realizaron una aportación histórica al donar cientos de toneladas de cemento, utilizadas para la pavimentación de numerosas calles que durante décadas permanecieron marginadas y olvidadas en la capital veracruzana. Estas acciones tuvieron un impacto directo en la movilidad, la seguridad y la dignidad de miles de ciudadanos asentados en distintas colonias de la ciudad.
De manera complementaria, la familia Chedraui Obeso ha dejado una huella profunda en el ámbito educativo y deportivo. Fue principalmente Alfredo Chedraui Obeso quien impulsó el proyecto que permitió la fundación de la Universidad Anáhuac Xalapa hace más de tres décadas, una institución que ha formado generaciones de profesionistas y ha contribuido a posicionar a la ciudad como un referente académico en la región. Por su parte, Antonio Chedraui Obeso ha sido un promotor decidido de la equitación, actividad que se realiza año con año en el emblemático fraccionamiento Coapexpan, consolidándose como un evento que atrae turismo nacional e internacional y que permite, además, mostrar las bellezas naturales y el entorno metropolitano de la capital veracruzana.
A este entramado de aportaciones se suma la nueva generación empresarial representada por el Grupo Ferche, integrado por Manuel, Antonio, Justo, David y Rodrigo Fernández Chedraui. Sus empresas se han consolidado como generadoras de empleos dignos y formales, no sólo en Xalapa, sino en toda la región sur-sureste del país. Con una visión moderna y socialmente responsable, el Grupo Ferche ha demostrado que es posible crecer económicamente sin perder el compromiso con las comunidades donde se desarrolla la actividad empresarial.
Lo que une a estas dos familias es una misma filosofía: entender que el desarrollo no es un concepto abstracto, sino una responsabilidad concreta con la sociedad. Inversión, empleo, infraestructura, educación, deporte, cultura y espacios públicos han sido ejes comunes de su actuación, siempre con una lógica de largo plazo y con un profundo respeto por la ciudadanía.
En una ciudad con una fuerte tradición cultural, académica y política como Xalapa, estas aportaciones han sido fundamentales para fortalecer el tejido social y sentar bases sólidas para el futuro. No se trata únicamente de reconocer nombres o trayectorias, sino de dimensionar el impacto real de decisiones que transformaron la vida cotidiana de la capital veracruzana.
Hoy, cuando Xalapa enfrenta nuevos retos de crecimiento y desarrollo, el ejemplo de Manuel Fernández Ávila, de la familia Chedraui Obeso y de las nuevas generaciones empresariales -Fernández Chedraui- confirma que el progreso auténtico se construye con visión, responsabilidad social y un compromiso genuino con la gente. Ese es el legado que permanece y que sigue dando forma al presente y al futuro de la ciudad.
Un reconocimiento a la trayectoria: Calle Antonio Chedraui Obeso
Como un acto de justicia histórica y reconocimiento a una vida dedicada al impulso de la capital, las autoridades locales formalizaron el cambio de nomenclatura de la antigua calle Paseo 112, en la colonia Campo Nuevo. Ubicada en las inmediaciones del "Nido del Halcón" (Arena Macuiltépetl), la vía ahora porta con orgullo el nombre de Calle Antonio Chedraui Obeso, simbolizando el vínculo indisoluble entre la familia y el desarrollo de esta zona de la ciudad.