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Con información de EFE | Ciudad del Vaticano | 26 Dic 2025 - 09:26hrs
El papa León XIV lamentó que “quienes hoy creen en la paz” son “a menudo ridiculizados, excluidos del debate público“, y recordó a quienes “en las situaciones de conflicto promueven el diálogo, la reconciliación y la paz”.
Durante un llamado tras el rezo del ángelus en el día en que se celebra San Esteban, considerado el primer mártir cristiano, el papa instó a “que su ejemplo de mansedumbre, valentía y perdón acompañe a quienes se comprometen en situaciones de conflicto para promover el diálogo, la reconciliación y la paz”.
En su mensaje ante cientos de personas congregadas en la plaza de San Pedro, asomado a la ventana del palacio apostólico, León XIV aseguró que, a pesar de todo, “en todas partes del mundo existen personas que eligen la justicia, aunque cueste; que anteponen la paz a sus propios temores; que sirven a los pobres en lugar de a sí mismos”.
“Precisamente entonces, brota la esperanza y, a pesar de todo, tiene sentido hacer fiesta”, destacó, aunque “en las condiciones de incertidumbre y sufrimiento del mundo actual, la alegría parecería imposible”.
Afirmó que “quienes hoy creen en la paz y han elegido el camino desarmado de Jesús y de los mártires, son a menudo ridiculizados, excluidos del debate público y, no pocas veces, acusados de favorecer a adversarios y enemigos. Sin embargo, el cristiano no tiene enemigos, sino hermanos y hermanas, que siguen siéndolo incluso cuando no se comprenden entre ellos”:
Por ello, recordó que “el Misterio de la Navidad nos trae esta alegría: una alegría motivada por la tenacidad de quienes ya viven la fraternidad, de quienes ya reconocen a su alrededor, inclusive en sus adversarios, la dignidad indeleble de las hijas e hijos de Dios”.
Y explicó que “por eso Esteban murió perdonando, como Jesús: por una fuerza más auténtica que la de las armas”.
“Es una fuerza gratuita, presente en el corazón de todos, que se reactiva y se comunica de manera irresistible cuando alguien comienza a mirar a su prójimo de otra manera, a ofrecerle atención y reconocimiento. Sí, esto es renacer, esto es volver nuevamente a la luz, ¡esta es nuestra Navidad!”
Concluyó pidiendo “que María nos conduzca a su misma alegría, una alegría que disipa todo temor y toda amenaza, así como la nieve se derrite al sol”.
Las palabras del pontífice llegan un día después de que pronunciara su primer mensaje de Navidad, en el que pidió “justicia, paz y estabilidad para el Líbano, Palestina, Israel y Siria”, y que se encuentre “el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa” para acabar con la guerra en Ucrania.