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Fernando Padilla Farfán FERNANDO PADILLA FARFÁN |
12 May 2025
México es un país con una biodiversidad excepcional, albergando cerca del 12% de las especies del mundo y una gran variedad de ecosistemas. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos en cuanto a la protección del medio ambiente y la conservación de sus recursos naturales. Este artículo examina la situación actual del país en materia de cuidado y conservación ambiental, los retos que enfrenta y las iniciativas que se han implementado para abordar estos problemas.
México es considerado un país megadiverso, con selvas tropicales, bosques templados, desiertos, costas y montañas que sostienen una gran variedad de especies. Sin embargo, la deforestación, la contaminación y el crecimiento urbano descontrolado han amenazado muchos de estos ecosistemas, provocando la pérdida de hábitats y especies endémicas.
La deforestación es uno de los problemas ambientales más graves en México. Se estima que cada año el país pierde más de 250,000 hectáreas de bosques y selvas debido a la tala ilegal, la agricultura extensiva y los proyectos urbanísticos. Esto no solo afecta la biodiversidad, sino que también contribuye al cambio climático al reducir la capacidad de los ecosistemas para absorber CO₂.
Las principales ciudades de México enfrentan problemas de contaminación del aire debido a la alta emisión de gases provenientes de la industria y los vehículos. En áreas como la Zona Metropolitana del Valle de México, los niveles de contaminación frecuentemente exceden los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Además, la contaminación de cuerpos de agua por residuos industriales y agroquímicos es un problema creciente que pone en riesgo la salud de las personas y la fauna acuática
El cambio climático ha intensificado fenómenos extremos en México, como sequías prolongadas, huracanes más intensos y variaciones en los patrones de lluvia. Esto afecta la producción agrícola, la disponibilidad de agua potable y aumenta la vulnerabilidad de las comunidades a desastres naturales.
México ha creado más de 180 áreas naturales protegidas para conservar su biodiversidad y ecosistemas críticos. Entre ellas, destacan la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an en Quintana Roo y la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno en Baja California Sur. Sin embargo, muchas de estas áreas carecen de financiamiento suficiente y enfrentan amenazas como la invasión de tierras y la caza furtiva.
México ha impulsado proyectos de energía renovable para reducir su dependencia de combustibles fósiles. La energía solar y eólica han ganado terreno, con parques eólicos en Oaxaca y plantas solares en el norte del país. Sin embargo, la transición energética aún enfrenta desafíos políticos y económicos que limitan su expansión.
El manejo de residuos en México sigue siendo un reto, con miles de toneladas de basura generadas diariamente. La falta de infraestructura adecuada para el reciclaje y la disposición final adecuada de desechos ha llevado a la proliferación de tiraderos a cielo abierto y contaminación por plásticos en ríos y océanos.
La actividad minera y la extracción de recursos naturales han causado daños graves en regiones como Sonora y Zacatecas, donde el uso de productos químicos contaminantes ha afectado cuerpos de agua y suelos. Además, la explotación descontrolada de hidrocarburos sigue siendo una amenaza para la conservación de ecosistemas y la salud de las comunidades.
El gobierno mexicano ha implementado diversas políticas y leyes ambientales para enfrentar estos desafíos. La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente establece regulaciones para el desarrollo sustentable, mientras que programas como el “Pago por Servicios Ambientales” incentivan la conservación de recursos naturales. Sin embargo, la aplicación y supervisión de estas medidas sigue siendo insuficiente en muchos casos.
#fernandopadillafarfan
Esta es opinión personal del columnista