*Senadores, diputados y alcaldes del estado de México, junto a una delegación de cubanos  conocieron la escultura del Yate Granma.

* El alcalde José Manuel Pozos Castro dio una cordial bienvenida a estos distinguidos visitantes

Tuxpan, Veracruz.- El Museo de la Hermandad México-Cuba recibió la visita de los senadores Higinio Martínez Miranda y Martha Guerrero Sánchez, así como de una numerosa delegación de cubanos, encabeza por Roberto Muñoz Cruz, Primer Secretario de la Embajada de Cuba en México.

El presidente municipal José Manuel Pozos Castro dio una cordial bienvenida a los senadores y a los cubanos, así como a la alcaldesa de Texcoco Sandra luz Falcón; al diputado Nazario Gutiérrez Martínez y a Lissette Sardina Martorell, Segunda Secretaria de la Oficina Política de la Embajada de Cuba en México.

“Sean bienvenidos a la casa de Fidel, como se conocía a este museo en los años 60, a la casa común de todos los latinoamericanos”, expresó el alcalde de Tuxpan.

Indicó que el Museo de la Hermandad México-Cuba es un museo que habla, un museo que hace pensar, que convoca a los pueblos del mundo a luchar por su verdadera libertad, por su independencia y su autonomía.

Ante la imponente escultura del Yate Granma, José Manuel Pozos Castro destacó que esta obra es un homenaje a los comandantes Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos, quienes junto con los expedicionarios partieron de este lugar a bordo del Yate “Granma” hacia Las Coloradas, Cuba, para iniciar la Revolución Cubana.

Agradeció al senador Higinio Martínez Miranda por la donación de la escultura monumental “Trilogía de la Revolución Cubana”:

“Usted es parte ya de los tuxpeños, un revolucionario más, porque desde hace muchos años ha hecho suya esta causa ideológica, social y libertaria… En este museo histórico se encuentra permanentemente su huella con la escultura monumental de Fidel, el ‘Che’ y Camilo” 

El Senador Higinio Martínez Miranda agradeció al alcalde José Manuel Pozos Castro y al Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez por la atención especial que le han dado a este museo que hermana dos pueblos.

Expuso que el Yate Granma y el Museo de la Hermandad México-Cuba de Tuxpan, significan mucho para la historia de México, Cuba y Latinoamérica.

Consideró que con las esculturas del Yate Granma y la Trilogía de la Revolución Cubana vendrá mucha más gente a este recinto histórico y cultural.

Roberto Muñoz Cruz, Primer Secretario de la Embajada de Cuba en México, expresó que como cubanos es un honor encontrar un museo dedicado a Cuba y a la Revolución Cubana.

“Es un honor que el pueblo de México nos dedique precisamente el espacio donde comenzó la Revolución Cubana, como se puede decir, porque de aquí partió Fidel y los expedicionarios”.

Aseveró que hoy, quienes están aquí, son nuevas generaciones y es emocionante regresar al inicio de su historia.

Agradeció al Ayuntamiento de Tuxpan, al Gobierno del Estado de Veracruz y a quienes atienden este museo, por mantener el cariño y vínculos históricos con el pueblo de Cuba.

Lissette Sardina Martorell, Segunda Secretaria de la Oficina Política de la Embajada de Cuba en México, comentó que, como joven y diplomática es un honor estar en este lugar, que es un pedazo de la historia de Cuba. 

“El yate Granma tiene un gran significado para la historia de Cuba, si no hubiese salido Fidel desde aquí con aquella expedición de jóvenes, tal vez la Revolución Cubana no hubiese triunfado y la historia de Cuba sería totalmente diferente”.

Reafirmó que el Museo de la Hermandad México-Cuba es un pedacito de Cuba en tierra mexicana, y para todo el que lo visite, realmente se siente ese ambiente cubano-mexicano y esos excelentes lazos de hermandad que unen a estos dos países.

Durante esta misma visita se colocó una placa conmemorativa en el monumento de la Trilogía de la Revolución Cubana, obra del escultor Oscar Quintero, quien estuvo presente.

Un momento emotivo se vivió cuando los visitantes abordaron embarcaciones y navegaron por el río Tuxpan recreando la travesía que realizó Fidel Castro y los 81 expedicionarios, el 25 de noviembre de 1956, rumbo a la Revolución Cubana.