- /
Con información de Infobae | Perú | 06 Dic 2024 - 11:08hrs
Los capibaras se han convertido en un verdadero fenómeno tanto social como comercial, despertando un interés inusual en los mercados de Lima. Según lo reportado por la agencia de noticias Andina, estos roedores, conocidos también como ronsocos o carpinchos, destacan no por su apariencia física singular, sino por su encantadora “santa serenidad”. En las tiendas de lugares concurridos como Mesa Redonda y el Mercado Central, la imagen de estos animalitos aparece en una variedad de productos que van desde peluches hasta mochilas. “Podrían encontrarse desde llaveros hasta ropa”, aseguró Andina, en donde la criatura se presenta como protagonista de innumerables memes que resaltan su espíritu relajado.
Se subraya además su popularidad en Japón, destacando que en este país existe un anime infantil dedicado a estos animales, llamado Kapibarasan. Incluso cuentan con fotógrafos de renombre, como Katsuhito Watanabe, quien ha documentado a los capibaras alrededor del mundo. “En Japón, ellos disfrutan de sus propias aguas termales”, indica Andina, lo que les permite soportar mejor el frío invierno. En parques como el de la ciudad de Nagasaki, estos seres disponen de saunas exclusivas para su deleite, lo cual subraya la devoción del país del sol naciente hacia estos gigantes roedores.
Los originarios de América del Sur, cuya especie es la más grande del mundo, tienen un tamaño de hasta 1,5 metros de largo y pueden pesar más de 60 kilos. Pese a su amplia aceptación y popularidad, señaló Andina, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Serfor) alerta sobre las amenazas que enfrentan debido a la deforestación y expansión agrícola. “La ‘capibaramanía’ debería ser una llamada de atención para conservar y proteger a este emblemático roedor”, dice Serfor en un comunicado citado por Andina.
Los capibaras son criaturas extremadamente sociales y no es raro verlos convivir amigablemente con otras especies como monos, pájaros y tortugas. Otro de sus grandes atractivos es su habilidad para nadar, gracias a una fina membrana entre sus dedos. “Son animales semiacuáticos”, enfatiza Andina, lo cual les permite disfrutar de tanto comer pastos como chapotear en aguas tranquilas.
Este fenómeno cultural ha llegado en un momento oportuno, justo antes de Navidad y Año Nuevo, cuando los comerciantes de Lima reconocen la creciente demanda por artículos con la imagen de este carismático roedor. “Lugares como Mesa Redonda están llenos de peluches”, aseguró Andina, siempre apuntando hacia su conversión en un ícono viral.
La fascinación por estos apacibles animales puede verse como una respuesta social a un mundo que se mueve rápidamente, donde “no hay mejor medicina que respirar profundo y ponernos en modo capibara”, indican comentaristas destacados citados por Serfor y Andina.