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Con información de Infobae | México. | 14 Dic 2024 - 12:28hrs
Los mitos y los relatos religiosos de diferentes culturas se originan en las estrellas, razón por la que algunos científicos han buscado revelar si estos son comprobables o no.
Así surgieron diferentes investigaciones que intentaban demostrar la existencia de la Estrella de Belén o descubrir a qué astro se referían al momento de decir que apareció para guiar a los Reyes Magos
San Mateo escribió en su evangelio que en la noche del nacimiento de Jesús, una estrella surgió en el firmamento y orientó a los tres Reyes Magos hasta el pesebre en el que se encontraba el Mesías. Con este relato se ha generado intriga en la comunidad científica por muchos años, por lo que comenzaron a buscar respuestas.
A partir de ese momento se generaron diversas hipótesis sobre el fenómeno astronómico que avistaron los Reyes Magos y una de ellas sería la responsable de que múltiples medios digitales se refirieran a la gran conjunción de los gigantes gaseosos como “estrella de Belén”.
Sin embargo, Raúl Mujica, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y del Comité Nacional Noche de las Estrellas, comentó a Infobae en 2020 que no existen objetos celestes con ese nombre e incluso explicó que hoy en día nadie sabe con seguridad qué objeto celeste apareció en el cielo aquella noche.
El enigma de la estrella de Belén
De acuerdo con el astrónomo, es complicado encontrar una respuesta irrefutable debido a que interfieren distintos problemas que van desde la traducción, hasta las fechas o la interpretación y la historia de aquel fenómeno se mantiene vigente cautivando a algunas personas que la conocen.
Varias teorías que intentaban identificar el motivo del fenómeno celestial han sido desechadas y tal es el caso de la teoría de la estrella nova, que es un tipo de astro que repentinamente aumenta su brillo de manera significativa, pero, según lo que explicó Raúl Mújica, “todas las estrellas novas conocidas ya están identificadas” por lo que se descartó esa posibilidad.
“Se intentó explicar con bólidos, que en realidad son meteoros, es decir, pedazos de roca que entran en la atmósfera o con estrellas fugaces, digamos de larga duración, pero aún así, ninguno podría explicar lo que es la estrella de Belén porque duran muy poquito”, explicó el astrónomo, puntualizando que por esa razón también fueron desechadas las hipótesis.
Otra versión sugería que era el cometa Haley pero al buscar en catálogos y en registros de diferentes culturas, se concluyó que no hay ningún cometa que coincida o que se aproxime de manera cercana a las fechas del nacimiento de Cristo.
De acuerdo con el astrónomo mexicano, “el término magui, se ha interpretado como mago pero en realidad significa sabio”, por lo que al ser sabios de Oriente seguramente tenían conocimiento del cielo y por tal motivo “no podía ser un cometa ni Venus porque los sabían identificar, lo más cercano es una conjunción”, propuesta que desarrolló Johannes Kepler en 1603.
El 29 de mayo, el 29 de septiembre y el 4 de diciembre del año 7 a.C., ocurrieron tres conjunciones entre Júpiter, Saturno y la Luna, por lo que este fenómeno pudo ser el astro que cita la Biblia pero según los cálculos astronómicos, esta teoría desata polémica, ya que de confirmarse, significaría que el nacimiento del Mesías podría ser una fecha distinta.
“No coincide con el año, entonces se han hecho interpretaciones de lo que dicen los evangelios y han encontrado que además de ser extrapolaciones, se tendrían que ajustar fechas, como por ejemplo, del nacimiento de Jesús. Hay mucho juego entre lo que dicen los evangelios, entre las decisiones de las fechas y entre los posibles eventos astronómicos”, explicó Raúl Mújica.
El surgimiento de una posible respuesta
De acuerdo con National Geographic, uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es que la fecha exacta del nacimiento de Cristo sigue siendo desconocida, pues al día de hoy “los estudios más actuales sitúan la llegada al mundo del Rey de los Judíos en algún momento entre el 8 a.C. y el 1 a.C.”
Según información de la misma organización internacional, “la misma Biblia narra que este hecho se produjo en una época en que los pastores dormían al raso (es decir, sin instalar algún tipo de estructura que proteja ante las inclemencias del tiempo)”, por lo que se considera improbable que su nacimiento fuera durante el mes de diciembre.
Estudios más recientes desarrollaron cálculos más aproximados de la posición de los planetas del sistema solar y pese a que la teoría de Kepler fue la más aproximada, no tuvo acceso a estas deducciones por la falta de tecnología y los resultados parecen indicar que “los gigantes del sistema solar en realidad no se aproximaron tanto como para brillar con una intensidad excepcional sobre los demás astros” señala NatGeo.
Por lo que se llegó a una nueva conclusión en la que aparece Sirio o Sirius, la estrella más brillante de todo el cielo nocturno vista desde la Tierra, cuya luminosidad a finales de diciembre domina el cielo junto a la Luna.
National Geographic señala que “Sirio es un astro con el doble de la masa de nuestro Sol y supera su brillo hasta 20 veces” lo que lo hace identificable a la izquierda del cinturón de Orión.
Según algunos astrónomos, esta estrella podría ser la que guió a los Reyes de Oriente hacia Belén, algo que en la actualidad parece ser lo más plausible debido a que durante siglos sirvió a los navegantes como guía para orientarse en el hemisferio norte durante la noche.