1 de Mayo de 2025 | 13:30
INICIO    ESTATAL    NACIONAL    INTERNACIONAL    NOTA ROJA    XALAPA    POZA RICA    CULTURA    VIRAL   
La Semar conmemora 69 años del primer rescate acuático en México
En 1955, las aguas del Pacífico Mexicano fueron escenario de un hecho histórico: el primer operativo de rescate acuático en aguas de Manzanillo, Colima.

- /

Con información de Excélsior | Ciudad de México. | 01 May 2025 - 09:13hrs

En 1955, las aguas del Pacífico Mexicano fueron escenario de un hecho histórico: el primer operativo de rescate acuático en aguas de Manzanillo, Colima fue el antecedente de lo que hoy en día es la Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar).

Esta operación marcaría el inicio formal de las labores de búsqueda, rescate y salvamento marítimo en el país, estableciendo las bases de lo que hoy es una de las fuerzas de respuesta más especializadas del territorio nacional.

Manzanillo no solo evidenció la vulnerabilidad de las costas mexicanas, sino también la urgencia de formar buzos profesionales, conocidos en ese entonces como "hombres rana", un término adoptado por los equipos de rescate estadounidenses.

Con más de medio siglo de historia en sus cimientos, la Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), se ha consolidado como la principal formadora de rescatistas marítimos del país.

Aunque su fundación formal se dio en 2007, sus antecedentes se remontan a 1956, cuando la Armada creó la primera sección de trabajos submarinos con la intención de contar con su propio cuerpo de rescatistas.

Para el Capitán de Fragata del Cuerpo General Especialista de Infantería de Marina, Nicolás Lorenzo Huerta Pérez, director de la Escuela de Búsqueda, Rescate y Buceo, recordó que el primer rescate registrado fue en las costas de Manzanillo, Colima, a mediados de los años 50.

"El primer rescate fue el Manzanillo Colima, para que es parte de los inicios, cómo si bien saben en los años 50, así como se detona toda esta cuestión de nosotros, del plan marina y nosotros podemos estar en el océano. El primer rescate acuático del que se tienen noticias, acuáticos, subacuáticos, es en 1955, y por eso es por lo que después, tiempo después, nace la primera sección de trabajo, submarinos aquí en la Armada de México”.

Esta labor pionera se fortaleció tras la adopción del Plan Marina, que posicionó a la Armada como una fuerza crucial en tareas de auxilio y salvamento.

Entre las figuras fundamentales en esta historia destaca Apolonio Castillo, nadador olímpico mexicano que se convirtió en el primer comandante de la sección de trabajos submarinos.

Su legado quedó marcado por un acto heroico: en una misión de recuperación de cuerpos en la bahía de Acapulco, Castillo sufrió los efectos de una descompresión inadecuada tras realizar inmersiones profundas y, pese a sus esfuerzos, falleció días después. Su sacrificio dejó una profunda huella en la institución.

Desde su apertura, la escuela ha sido vital en la preparación del personal naval, formando aproximadamente al 10 por ciento del total de los elementos de la Armada en operaciones de búsqueda y rescate, lo que ha permitido una disminución del 60 por ciento en accidentes fatales en zonas marítimas atendidas.

La formación impartida exige no solo capacidades técnicas avanzadas, sino también una enorme fortaleza física y mental. Los entrenamientos incluyen prácticas de natación, técnicas de inmersión y simulaciones en diversos escenarios de emergencia.

Aquí forjamos valores como la disciplina, el coraje y la eficiencia, esenciales para actuar en condiciones extremas”, afirmó Huerta Pérez.

Actualmente, la escuela ha aumentado significativamente su capacidad: mientras que en años anteriores egresaban alrededor de 250 elementos anualmente, en 2024 la cifra alcanzó los mil 400 graduados. Este año, se proyecta un crecimiento aún mayor, con la meta de formar hasta mil 900 marinos especializados.

El esfuerzo de los egresados ya se refleja en resultados concretos: en la última década, cerca de 7 mil elementos formados en esta escuela han participado en operaciones de rescate que lograron salvar a más de 8 mil personas, entre navegantes y turistas nacionales y extranjeros.

El curso culmina con una exigente prueba final: una travesía a nado desde el muelle del Zócalo de Acapulco hasta la playa de la escuela, un desafío físico que simboliza el cierre de su preparación y su compromiso de estar siempre listos para servir a la nación.