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Con información de Excélsior | Reino Unido. | 11 Jun 2025 - 21:11hrs
Astrónomos han descubierto un planeta gigante gaseoso orbitando una diminuta estrella enana roja, un hallazgo que contradice las teorías actuales sobre formación planetaria.
El exoplaneta, denominado TOI-6894b, tiene aproximadamente el tamaño de Saturno, pero orbita una estrella con apenas el 20 % de la masa del Sol.
El hallazgo fue publicado en Nature Astronomy y liderado por el doctor Edward Bryant, investigador del Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard y la Universidad de Warwick.
El sistema fue identificado mediante los datos del satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), que monitorea tránsitos planetarios frente a estrellas cercanas. Posteriormente, se confirmó utilizando el telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Un desafío para los modelos de formación planetaria
TOI-6894b tiene una densidad baja y un radio ligeramente mayor que el de Saturno, aunque con solo la mitad de su masa.
Su estrella, TOI-6894, es la más pequeña conocida hasta ahora que alberga un planeta gigante en tránsito.
El hallazgo resulta inesperado, ya que la teoría de acreción del núcleo, modelo principal para explicar la formación de gigantes gaseosos, predice que estrellas con tan poca masa no poseen suficiente material en sus discos protoplanetarios para formar planetas de gran tamaño.
“El descubrimiento de TOI-6894b es fundamental para comprender los extremos de la formación de planetas gigantes”, señaló Bryant.
Según el equipo, ninguna de las hipótesis actuales explica del todo su formación, ni siquiera modelos alternativos como la inestabilidad gravitacional del disco.
Hipótesis en evaluación y posibles pistas atmosféricas
Una posible clave para esclarecer su origen reside en la atmósfera del planeta. TOI-6894b tiene una temperatura inusualmente baja (420 Kelvin), lo cual lo distingue de los llamados “Júpiter calientes”, que pueden superar los 1000 Kelvin. Esta baja temperatura lo convierte en un candidato ideal para la detección de moléculas como metano o incluso amoníaco, compuestos poco observados en otros exoplanetas.
El profesor Amaury Triaud, coautor del estudio, explicó: “Prevemos que la atmósfera esté dominada por la química del metano. Las condiciones podrían incluso permitir observar amoníaco, algo nunca antes detectado en un exoplaneta”.
El Telescopio Espacial James Webb (JWST) ya tiene programadas observaciones del sistema en los próximos meses.
Estos análisis permitirán determinar la composición atmosférica del planeta y, potencialmente, la estructura de su núcleo, lo que podría confirmar o descartar los distintos modelos de formación.
Implicaciones para la astronomía y la búsqueda de exoplanetas
El descubrimiento sugiere que los planetas gigantes pueden ser más comunes en sistemas con estrellas pequeñas de lo que se pensaba.
“La mayoría de las estrellas en nuestra galaxia son enanas rojas. Esto podría cambiar nuestras estimaciones sobre cuántos planetas gigantes existen”, indicó el Dr. Daniel Bayliss, de la Universidad de Warwick.
El equipo de investigadores forma parte de una colaboración internacional entre centros en el Reino Unido, Chile y otros países, y continuará explorando datos de TESS y otras misiones en busca de exoplanetas atípicos.
“El sistema TOI-6894 ofrece un nuevo reto para los modelos actuales y es un objetivo interesante para futuras observaciones”, concluyó el Dr. Andrés Jordán, del Instituto Milenio de Astrofísica en Chile.