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Noreste | Coahuila. | 02 Jul 2025 - 11:29hrs
En el Área Natural Protegida (ANP) de Ocampo, Coahuila, un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevó a cabo un importante rescate arqueológico en una cueva subterránea. En este sitio, se descubrió un conjunto mortuorio con una antigüedad mínima de 500 años, perteneciente a las culturas nómadas del desierto.
El hallazgo se realizó después de una denuncia ciudadana sobre el saqueo de restos óseos, lo que activó la colaboración entre el Centro INAH Coahuila y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). El arqueólogo Yuri de la Rosa Gutiérrez, con el apoyo de la Asociación Coahuilense de Espeleología, localizó la entrada de la cámara mortuoria, un pequeño agujero casi imperceptible.
El acceso a la cámara se realizó a través de un estrecho tiro vertical de solo 50 centímetros de ancho, descendiendo cuatro metros hasta un primer nivel. Tras cruzar una grieta, se abrió una sala donde otro tiro vertical conducía ocho metros más abajo, revelando una pequeña cámara semicircular. Aquí se encontraron fragmentos de textiles característicos de las culturas del desierto, mezclados con huesos humanos.
Aunque el sitio había sido alterado por el saqueo, se trata de una cueva mortuoria prehispánica similar a otras de la región. El arqueólogo De la Rosa explicó que los cuerpos debieron haber estado envueltos en textiles, formando bultos mortuorios con diversos objetos en su interior, y depositados sobre cestos y petates. A pesar de la alteración, se espera recuperar información valiosa sobre las poblaciones cazadoras-recolectoras precortesianas.
El sitio de enterramiento guarda similitudes con la Cueva de la Candelaria, aunque su ubicación está más cerca de la frontera con Estados Unidos. Se destacó la habilidad de los habitantes del desierto en la elaboración de sogas, lo que les permitía acceder a las profundidades de las cuevas para sus ritos mortuorios.
Debido a las alteraciones y saqueos, el INAH decidió realizar el rescate arqueológico de los materiales óseos y culturales. Un análisis preliminar in situ, a cargo de la antropóloga física Eva Zamarrón, permitió recuperar 12 cráneos completos, cinco de los cuales corresponden a infantes. Se estima que los cientos de huesos recuperados pertenecen a un mínimo de 17 individuos, incluyendo hombres, mujeres, niños, adultos mayores y jóvenes. Además, se encontraron 15 fragmentos de textiles que corresponden a cuatro tipos de petates prehispánicos.
Los vestigios fueron trasladados al Museo Regional de La Laguna en Torreón, Coahuila, para su limpieza, conservación y análisis. La cueva mortuoria será añadida al catálogo nacional de sitios arqueológicos de Coahuila.