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Rafael Ruiz Arroyo | Xalapa, Ver. | 14 Jul 2025 - 13:17hrs
Las aves siempre han causado fascinación al hombre y el grupo de los colibríes que se distribuye exclusivamente en el continente americano, es el segundo más diverso con 355 especies. Estos hermosos seres tienen un brillante plumaje iridiscente que cambia de color dependiendo de la reflexión de la luz, esto es posible porque sus plumas tienen una estructura más compleja que el resto de las aves. Consideradas las aves más pequeñas del mundo, el Colibrí abeja o Zunzuncito (Mellisuga helenae) mide entre 5 y 6 cm con un peso de 1.6 a 2.6 g, que a pesar de su tamaño, se han adaptado a una amplia gama de condiciones ambientales, habitando desde el nivel del mar hasta lo alto de las montañas (4 600 m s.n.m.).
Son los ovíparos con el metabolismo más rápido, lo que los obliga a consumir dos o tres veces su peso en alimento al día. Cubren su cuantiosa demanda de energía principalmente con el néctar de las flores, aunque una parte importante de su dieta son artrópodos como mosquitos y arañas que les proveen de proteína. Su nece- sidad por el preciado néctar derivó en adecuaciones ligadas a la forma de las flores, por lo que presentan diversos largos de pico que pueden ser rectos o curvados.
Sus adaptaciones les permiten aprovechar la inmensa diversidad de formas de las flores de su hábitat, siendo los países tropicales los que poseen la mayor variedad de plantas con flores, no es sorpresa que sean también los países con mayor diversidad de colibríes.
Mientras que en territorios como Colombia, se encuentran más de 160 especies, en Canadá se reproducen sólo 5. Así, las aves que habitan en latitudes más norteñas deben migrar durante el invierno, buscando condiciones favorables y alimento, por lo que realizan travesías de hasta 4 800 km.
Estas diminutas aves no sólo son buenas para recorrer grandes distancias, son muy veloces, especialmente en picada, durante el cortejo alcanzan los 90 km/hora. Asimismo, pueden suspenderse en el aire y son las únicas aves capaces de volar hacia atrás, lo que les permite ser precisos para colocarse en el espacio; esto lo logran batiendo sus alas entre 15 y 80 veces por segundo, lo que significa
que su corazón alcanza los 1 200 latidos por minuto. Además de ser pequeños pero fuertes y hábiles en su hábitat, son esenciales para el funcionamiento equilibrado de los ecosistemas de los cuales, los humanos obtenemos muchos de nuestros recursos.
Son responsables de la polinización de miles de especies de plantas, silvestres y cultivadas, y son fundamentales auxiliares en la prevención de plagas de artrópodos, así como son también alimento importante de poblaciones de numerosos vertebrados como serpientes, aves rapaces, ranas, mamíferos e incluso algunos artrópodos de gran tamaño como arañas, libélulas y mantis.