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El Atracadero inicia su regreso triunfal al Río Tuxpan: un símbolo que vuelve a la vida

Noreste | Tuxpan, Ver. | 12 Nov 2025 - 17:30hrs

En una madrugada de expectación y nostalgia, Tuxpan fue testigo del regreso de una de sus joyas más queridas: El Atracadero, el restaurante flotante que durante décadas fue emblema del turismo local y punto de encuentro para propios y visitantes.

Tras semanas de preparación, la oficina flotante del Atracadero completó su travesía desde Alvarado hasta el puerto de Tuxpan, donde fue ejecutada una compleja maniobra de reinstalación que implicó cerrar temporalmente el puente Tuxpan a las 2:00 de la madrugada del 12 de noviembre, permitiendo el paso del enorme lowboy que transportó la estructura.

El operativo, diseñado con precisión milimétrica, incluyó un recorrido por la avenida 15 de Septiembre y el bulevar Demetrio Ruiz Malerva, continuando hasta el bulevar Reyes Heroles, por donde el convoy avanzó en sentido contrario hasta llegar a la calle Hernández Hernández, en el número 60 del bulevar, el punto donde todo comenzó.

Ahí, una grúa de 100 toneladas fue la encargada de devolver a las aguas tuxpeñas la estructura flotante, en un acto que despertó la emoción de quienes madrugaron para presenciar el momento. Con esta maniobra, El Atracadero volvió a flotar en su río, casi un mes después de haber sido arrastrado por la corriente tras las inundaciones del 10 de octubre, que lo separaron en secciones y lo enviaron hasta las costas del Golfo de México.

De acuerdo con el plan de reconstrucción, esta primera fase contempla únicamente la reinstalación de la oficina, mientras que la estructura principal del restaurante de dos niveles arribará a Tuxpan en los próximos meses para ser reensamblada y posteriormente colocada junto a la oficina flotante.

Más allá del aspecto técnico, el retorno del Atracadero representa un renacer para el turismo y la memoria colectiva de Tuxpan. Su regreso no solo recupera una pieza de su paisaje fluvial, sino también una parte de su historia viva: ese rincón flotante donde generaciones celebraron momentos, disfrutaron de la gastronomía local y contemplaron la puesta del sol sobre el río.

El Atracadero vuelve a flotar, y con él, renace el orgullo tuxpeño de mirar al río no solo como una corriente de agua, sino como el corazón que mantiene viva la identidad de la ciudad.