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OMAR ZÚÑIGA DE PRIMERA MANO |
14 Feb 2025
*También ahí denuncian irregularidades
Dos sucesos relevantes han acontecido esta semana en la Universidad Veracruzana.
El lunes 20 de febrero reiniciaron las clases en la Máxima Casa de estudios de Veracruz.
Y este jueves, previo al famosímimo Valentine’s, Día del Amor y la Amistad o lo que lo es lo mismo, el 13 de febrero, también conocido como día de los amantes (y no lo digo yo), se “renovó” la Junta de Gobierno de la UV, esa misma “junta de notables” que habrá de decidir quién será él o la rectora, que habrá de tomar protesta la primera semana de septiembre próximo y ese cuerpo colegiado reeligió como su presidente a Juan Manuel Pinos, quien a su vez tomó protesta a dos nuevos consejeros.
Pues bueno, en este contexto, los problemas no dejan de aparecerle al recorcito.
Ahora se trata de una denuncia sobre posible fraude académico en el Sistema de Enseñanza Abierta (SEA), sistema donde a pesar de las múltiples quejas que por varios semestres el estudiantado de la licenciatura en Derecho le ha externado a la Dirección General del este subsistema y a la Coordinación Académica Regional del SEA Veracruz, las autoridades prefieren hacer oídos sordos a las denuncias de presunta extorsión que una profesora, de nombre Guadalupe Madero Valencia, ejerce sobre los estudiantes.
Esta denuncia se da porque la académica en cuestión, obligaría a sus alumnos a inscribirse en un curso que les vende por cinco mil pesos, esto a cambio de entregarles una copia de las preguntas del Examen General para el Egreso de la Licenciatura (EGEL).
Por si fuera poco, a través de un documento hecho llegar a quien esto escribe, se denuncia como un caso de probable fraude académico, viajes de excursión que la misma académica organiza y que también obligaría a sus alumnos a comprarle boletos, a cambio de obtener calificación aprobatoria.
Con estas prácticas, alejadas de toda ética profesional, y contrarias a los criterios de calidad de la normativa de la Universidad Veracruzana, se alienta un fraude y se permite la corrupción galopante en detrimento de los estudiantes.
Por otra parte, en el mismo documento denuncian el caso de Gabriela Levet Remes, quien gozaría de inmunidad institucional por ser familiar del líder sindical de FESAPAUV, y por esa razón -sostiene el documento- nadie del SEA Veracruz la ha visto, y aseguran que nunca se ha presentado a trabajar, ni frente a grupo y mucho menos en atención a los alumnos que cursan con ella el Servicio Social, “que es la única actividad que tiene asignada como personal con plaza de tiempo completo”.
Debe entonces Martincillo lidiar con todas estas situaciones circundantes, que le han crecido por olvidarse de atender su trabajo como Rector. Uuuuuff.
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Sobre el caso de los dos compañeros reporteros en Ciudad Isla y Orizaba, sin defender ni denostar a nadie lo único que podemos hacer, es señalar nuestra solidaridad.
Cada quien sabe lo que carga encima.
¡Qué barbaridad!
Esta es opinión personal del columnista