14 de Agosto de 2024 | 09:21
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Marea rosa sin pueblo
ÁNGEL ÁLVARO PEÑA
ALMA GRANDE

12 Ago 2024

Esperada por todos, la “marcha” que se había organizado para reunirse en el INE, con un discurso con orador único para luego marchar al Tribunal electoral del poder Judicial de la federación, se limitó a una reunión de menos de 500 personas, alrededor de un templete donde hablaron varias personas, con temas que nada tenían que ver con la protesta que los convocaba.


La oposición está inconforme porque la ley no se interpreta sino que se aplica. La variación entre una posición y otra, radica en la voluntad popular que no puede descalificar una minoría; así, le nombran sobrerrepresentación al designio popular.


Hace un año el Presidente sometió al Congreso una iniciativa para que a la hora de repartir las diputaciones plurinominales las coaliciones fueran tomadas como una unidad y no los partidos políticos por separado. La oposición a todo lo propuesto por Morena dijo sistemáticamente que no., y ahora se desgarra las vestiduras al ver que pudo evitar lo que llama representación.


Ahora dicen que en nombre de la pluralidad les den las curules que les tocan como si la ley propuesta por Morena hubiera sido aprobada, cuando ellos fueron quienes impidieron dar de alta la propuesta.


Ante la impotencia que domina en la oposición tomar argumentos de donde nada tiene que ver con el tema a tratar. Y volvió a suceder lo que en toda marcha de la derecha, donde la gente no sabe por qué está participando. Hasta uno de los varios oradores habló del caso Venezuela, con arengas y consignas similares a las de cubanos y venezolanos de Miami.


Así la oposición demostró que no sólo es desairada en las urnas sino en las convocatorias a la protesta callejera. Hubo ciudades que se unieron como Morelia, Acapulco, Cuernavaca y Mérida. Aún tomando en cuenta éstas, si se suma la asistencia a la Ciudad de México no alcanzan las mil personas.


La desesperación les obliga a acudir a los medios para tener eco a sus demandas que nada tienen que ver con la legalidad ni con la sobrerrepresentación. Pareciera que no se dan cuenta de que perjudican al país, porque desde afuera más de un país está atento a lo sucede en México y para ellos no importa si es una persona o un millón, toman en cuenta la protesta como si se tratara de una demanda de mayoría cuando no es así ni por aproximación.


Se había anunciado como prado único a Leonardo Valdés Zurita, uno de los más grises y reaccionarios presidentes electorales del IFE; pero hablaron todos los que quisieron, incluso a medio evento llegó la ex candidata a la Presidencia, quien fuera recibida con rechiflas e insultos.


Ella en su muy particular forma de pronunciar discursos, anunció que tomarán las calles, que no permitirán abusos ni violaciones a la ley, cuando en realidad todo se lleva de acuerdo a la Constitución y las leyes electorales, que ellos no quisieron reformar.


El enojo tiene más tintes personales que de grupo, porque parte de la indignación radica en la pérdida de privilegios a un reducido equipo de priistas y panistas que no quieren soltar sus lujosas oficinas en la Cámara, como es el caso de la que perteneció por muchos años al tricolor, ahora ocupará por Rubén Moreira y que ahora le fue solicitada por parte de Morena.


Pero lo peor consiste en que quienes pelean esas curules no las quieren para representar al pueblo sino para alcanzar la impunidad por sus múltiples delitos cometidos, relacionados con la corrupción, a través del fuero.


Personajes que no tienen compromiso con nadie, solo con sus intereses y que encuentran algunos ingenuos que se expresen por ellos en nombre de una democracia que nunca han practicado.


La oposición, en congruencia con los resultados electorales, carece de pueblo. Tienen intereses, dinero, complicidades, poder, pero la gente no los apoya. La derecha en México se diluye, así como se diluyen las marchas y manifestaciones de inconformidad organizadas por sus líderes y Mecenas, que, como Claudio X. González, ven cómo sus intereses se derrumban ante la falta de seguidores de sus improvisados líderes y ex candidatos que están más cerca de un circo que del Congreso.


La oposición creyó que amparándose en los medios, éstos podrían convencer a la población y lo único que hicieron fue dejar sin credibilidad a los medios. No pudieron convencer que la gente bien era también gente de bien, sino todo lo contrario. De ahí que el pueblo diera la espalda a los comentarios en diferentes medios de información que trataron de que Morena perdiera, si la gente tuviera confianza en ellos hubiera ganado la oposición que vertía sus consignas a través de ellos, pero sucedió lo contrario: oposición y medios se convierten en una parte desdeñada de la sociedad.


Desde hace seis años, varios mexicanos amenazaron irse de México si ganaba Morena, así como ahora lo hacen con la misma frase, pero hasta ahora nadie se ha ido. Saben que en otro país las reglas para pagar impuestos son más rígidas y las sanciones por no pagarlos más duras, pero como no tienen nacionalidad, ni bandera ni identidad, están donde les conviene, por algo no han abandonado el país.


La oposición en reuniones casi familiares como la del domingo, son expresiones de desahogo más que movimientos sociales, una derecha que respira por la herida y que busca más que simpatizantes a los medios para que los coloquen en los reflectores y figuren como demócratas que en realidad no lo son, nunca lo han sido ni lo serán.


PEGA Y CORRE.-Como es costumbre jueces liberan o favorecen a delincuentes en fin de semana para evitar que sus fallos sean bloqueados por instancias jurídicas, esta vez, el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres recibió de la jueza segunda de distrito en Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño Suárez, el beneficio de prisión domiciliaria, luego de permanecer más de tres años en prisión preventiva, lleva un proceso por tortura y protección a redes de trata infantil...Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.


Esta es opinión personal del columnista