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Con información de Agencias | Washington DC | 11 Jun 2025 - 19:29hrs
En un marcado contraste que subraya las tensiones políticas actuales en Estados Unidos, el presidente Donald Trump asistió anoche al estreno del aclamado musical "Los Miserables" en el Centro Kennedy de Washington. Su presencia en la obra, que narra la opresión y la rebelión popular en el París del siglo XIX, coincidió con masivas protestas en Los Ángeles contra sus políticas migratorias y el despliegue de la Guardia Nacional.
El mandatario republicano, quien previamente expresó su afinidad por el musical, se encontró con dos grupos de manifestantes frente al prestigioso recinto. Esta situación se produce después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, acusara abiertamente a Trump de "tendencias autoritarias" por la represión de las movilizaciones.
La elección de la obra resulta irónica para muchos, dado que "Los Miserables" se centra en un levantamiento popular contra la monarquía. Horas antes, Trump había prometido "liberar" Los Ángeles de "insurrectos" y "enemigos extranjeros", tras enviar miles de efectivos militares para sofocar los disturbios.
Newsom, por su parte, condenó el despliegue como un "ataque frontal contra los valores estadounidenses", describiendo a un presidente que "se niega a someterse a ninguna ley o Constitución".
La velada en el Kennedy Center, que incluía un evento benéfico con un costo de hasta dos millones de dólares para acceder a una recepción y una foto con el presidente, es vista como un intento de Trump de afianzar su control sobre el ámbito cultural. En su cruzada "ultraconservadora" contra la "propaganda antiestadounidense", el presidente ha recuperado el control de varios museos de Washington y ha destituido a los directores de instituciones como la National Portrait Gallery y la Biblioteca del Congreso.
Incluso, según la CNN, algunos actores de "Los Miserables" podrían haberse negado a participar en la función en señal de protesta.