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Noreste | Sinaloa | 22 Jul 2025 - 09:46hrs
El velo sobre la vida de los antiguos habitantes de Guasave comienza a levantarse, gracias a los descubrimientos del Proyecto Arqueológico Guasave. Una reciente temporada de campo, finalizada el 11 de julio de 2025, reveló un osario y dos espacios de cremación, uno de ellos presumiblemente utilizado para la incineración de niños, en la comunidad de Palos Verdes, al norte de Sinaloa.
La investigación, avalada por el Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y financiada por la National Science Foundation de Estados Unidos, es liderada por el arqueólogo Rodrigo Vivero Miranda. Estos hallazgos, según Vivero Miranda, son cruciales para entender las prácticas funerarias prehispánicas de la región, cuyas características no tienen paralelismos conocidos en el resto de Sinaloa. La exploración contó con la colaboración del Centro INAH Sinaloa y la participación activa de los habitantes de Palos Verdes.
El primer crematorio descubierto es de pequeñas dimensiones, 1.20 metros de largo por 60 centímetros de ancho, con paredes de 40 centímetros de grosor construidas con una mezcla de adobe y conchas molidas. «Dentro del espacio hallamos restos óseos que, dado su tamaño y la ausencia de dientes y astillas de huesos largos de mayor tamaño, inferimos fue destinado a la calcinación de los cuerpos inertes de infantes, cuya tasa de mortalidad de este sector poblacional era alta en la época prehispánica», explicó Vivero Miranda. En los rellenos se recuperaron fragmentos de material cerámico Aztatlán, utilizado entre los años 600 y 1000 d.C.
A solo una semana de este hallazgo, se localizó otro crematorio de manufactura similar pero de mayor tamaño, 2.50 metros de largo por 1.40 metros de ancho. Aunque no se encontraron restos óseos humanos en su interior, sí había una cantidad significativa de ceniza y carbón, sugiriendo que las familias retiraban la mayor parte del material óseo incinerado. «Así como tenían un espacio para procesar productos marinos y de río (llamados ‘concheros’), asociado a las unidades domésticas, es posible que también contaran con este tipo de construcción como sistema de tratamiento mortuorio», señaló el arqueólogo, insinuando una posible diferenciación social en el ámbito funerario.
Si bien no se puede establecer una datación específica para estos crematorios debido a la falta de fechamientos absolutos para los tipos cerámicos de la zona, Vivero Miranda mencionó la existencia de crematorios individuales más pequeños en el sitio La Playa, Sonora, datados entre 200 y 400 d.C. Contextos similares también se han encontrado en Arizona, Estados Unidos, con fechas entre 1100 y 1300 d.C.
La temporada de campo también reveló un osario o entierro grupal. Se halló un cúmulo de huesos largos de al menos cuatro individuos, orientados en un eje noroeste-sureste, similar a la dirección de los crematorios. Sobre este cúmulo se encontraron dos cráneos de adultos con modificación craneal tabular erecta, y por debajo, los restos de un individuo de entre 10 y 15 años.
Vivero Miranda destacó que un entierro similar fue reportado por Gordon Ekholm en el Sitio 117 o El Ombligo, en Chorohui, durante excavaciones a fines de los años 30. Este hallazgo correspondió a la fase Huatabampo, la ocupación más temprana de Guasave, entre 650 y 1000 d.C.
«Estamos obteniendo información novedosa, datos que no se tenían reportados para Guasave, que ayudan a entender más sobre los antiguos grupos de esta región», afirmó el investigador.
El arqueólogo concluyó que los grupos asentados en la planicie aluvial del río Sinaloa probablemente visitaban temporalmente la Isla Macapule. Los concheros encontrados en la isla, con capas de hasta 20 centímetros de grosor compuestas por restos de conchas y fragmentos de huesos, algunos quemados, sugieren una transformación intencional del espacio. Esta acción, según Vivero Miranda, pudo haber sido para que, en sus siguientes visitas, los médanos no fueran borrados por el viento y permanecieran como un posible sitio de culto a sus antepasados.