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Noreste | Ciudad de México. | 15 Oct 2025 - 09:47hrs
Con 30 años de trayectoria dedicados a registrar la vida de los grupos originarios de México, el fotógrafo Alfredo Martínez Fernández (Ciudad de México, 1972) presenta la exposición fotográfica “Los originarios, cosmovisión wixarika y náayeri” en la Galería Abierta del Teatro Ángela Peralta. La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), presenta 21 imágenes capturadas en los recorridos del artista por los sitios sagrados de Nayarit.
La exhibición, disponible hasta el 30 de octubre de 2025, llega en un momento relevante, coincidiendo con la reciente inscripción de la “Ruta Wixárika por los sitios sagrados a Wirikuta” en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Martínez Fernández, cuya labor busca dejar un documento visual que se convierta en patrimonio cultural e histórico, enfoca su lente en las historias contadas «desde abajo»: la vida, las necesidades y la riqueza cultural de la gente local.
Una parte central de la muestra se gestó a partir de 2014, cuando el fotógrafo fue convocado por una organización no gubernamental para registrar una velación en el sitio sagrado Keéyasta (wixárika) o Huenamuuna (náayeri), en la costa central de Nayarit. Esta velación insólita fue una acción coordinada entre grupos wixaritari, náayerise, o’dam y mexikameh en diversos santuarios para defender el río San Pedro Mezquital del proyecto hidroeléctrico Las Cruces.
El artista documentó la larga peregrinación desde Rosarito, descendiendo más de mil metros de desnivel hasta el centro ceremonial en el río San Pedro Mezquital. En la exhibición, destaca una imagen del ritual en Keéyasta, donde se encuentra «la mayor escultura mueble del México antiguo»: una roca de 20 metros de alto con un rostro antropomorfo que simboliza el germen del maíz.
El trabajo de Martínez se ha extendido a otros dos santuarios clave, guiado por el arqueólogo Francisco Samaniega: La Muuchatena, con su festividad de San Juan, donde se aprecia la danza de la urraca para invocar lluvias, y Tatei Haramara, en la Playa del Rey en San Blas, sitio de veneración vinculado con la fertilidad de la tierra.
El fotógrafo subraya que su mayor reto para ingresar a las festividades es generar empatía con la comunidad. «Siempre, primero platica sus objetivos de manera abierta, desde el corazón y una visión de respeto, empatía y siendo participativo. Eso ha sido suficiente para que le abran sus espacios más sagrados», explica.
Su compromiso con el registro lo ha llevado a caminar durante días, acompañar en el ayuno e, incluso, a cargar un santo de 75 kilos en Chiapas, todo con el fin de estrechar lazos. Una de las imágenes más emotivas de la muestra fue captada bajo el agua en Tatei Haramara, donde registra a una abuela wixárika, recientemente fallecida, enmarcada por el agua mientras arroja una ofrenda del “Ojo de Dios”.
Martínez Fernández concluye que sus imágenes son un «testimonio de ese uso sagrado y una voz que llama a conservarlo», destacando la forma en que los pueblos de la Sierra Madre «parecen volar» entre cañones y peñascos, por lo que es vital «dejar libres sus caminos» y respetar el territorio.
«Los originarios, cosmovisión wixarika y náayeri» está disponible para el público en la Galería Abierta del Teatro Ángela Peralta hasta el 30 de octubre de 2025, bajo la organización de la Coordinación Nacional de Difusión del INAH.