Noreste | Estados Unidos. | 13 Jul 2025 - 16:08hrs
En una noche que ya forma parte de la historia, el Chelsea humilló 3-0 al Paris Saint-Germain y se proclamó campeón de la primera edición del renovado Mundial de Clubes de la FIFA, disputado en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.
Con una actuación estelar de Cole Palmer, autor de un doblete y una asistencia, el conjunto londinense anuló por completo al vigente campeón de Europa, que llegaba como favorito tras triturar al Real Madrid en semifinales. Los de Enzo Maresca fueron una máquina en la primera mitad, donde definieron el partido con una presión asfixiante y una precisión letal frente al arco rival.
Chelsea arrollador desde el arranque
Maresca planteó un partido ambicioso y valiente: presión alta, líneas adelantadas y un medio campo que no dejó pensar a Vitinha ni a Fabián Ruiz. Desde el minuto uno, los ‘Blues’ salieron decididos a asfixiar a un PSG que lució irreconocible.
El primero de la noche llegó al minuto 22. Tras una recuperación en zona alta, Palmer controló en la frontal y con su zurda colocó el balón al palo más lejano de Donnarumma. Ocho minutos después, el inglés repitió la fórmula y firmó el 2-0, esta vez rompiendo por banda derecha con una facilidad alarmante para los parisinos.
El golpe definitivo cayó al 43’, cuando el propio Palmer asistió a Joao Pedro, quien definió con frialdad ante la pasividad de la zaga rival. El brasileño sigue encendido desde su llegada al club, con tres goles en apenas dos partidos de titular.
Un PSG desdibujado y sin respuestas
Pese a su cartel de favorito, el PSG se mostró nervioso, predecible y carente de reacción. Dembélé pasó inadvertido, Joao Neves fue superado en todo momento y Nuno Mendes vivió una pesadilla intentando contener a Palmer.
La única reacción llegó en el complemento, cuando Vitinha y Dembélé generaron un par de opciones que exigieron a Robert Sánchez, quien respondió con seguridad bajo los tres palos.
Caos final y frustración parisina
El cierre del encuentro fue tenso y con excesos. Joao Neves fue expulsado al 85’ por un fuerte agarrón a Marc Cucurella y tras el pitazo final se registraron empujones y reclamos entre jugadores y cuerpos técnicos.
Pese al desorden del cierre, nada empañó la gesta del Chelsea, que cierra el año con un doblete internacional: Conference League y Mundial de Clubes, consolidando un proyecto que va de menos a más bajo el mando de Maresca.
En un palco repleto de figuras y con el presidente estadounidense Donald Trump como invitado de honor, los ‘Blues’ pusieron el broche de oro a un torneo que marcó el inicio de una nueva era para la FIFA. La final del Mundial de selecciones 2026 ya tiene precedente: la fiesta del fútbol en suelo americano ha comenzado.
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