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Noreste | Nueva Jersey, EU | 13 Jul 2025 - 17:26hrs

El Chelsea se consagró campeón del primer Mundial de Clubes bajo el nuevo formato FIFA al imponerse de manera categórica por 3-0 al París Saint-Germain en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, en una final que reunió a dos potencias europeas y que tuvo un inusual protagonista en la ceremonia de premiación: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien entregó el trofeo a los campeones.
La gran final del Mundial de Clubes entre Chelsea y PSG desde los primeros minutos contó con la presencia de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, quien ocupó el palco principal junto a Gianni Infantino, presidente de FIFA, y sus respectivas esposas Melania Trump y Leena Al Ashqar.
Trump no solo se quedó durante todo el partido, asistiendo a la coronación del Chelsea de Enzo Fernández, sino que también formó parte de la ceremonia de premiación, donde entregó medallas a los jugadores y también el trofeo, mezclándose en los festejos del equipo inglés.
Los ‘Blues’ ofrecieron una exhibición táctica impecable desde los primeros minutos del encuentro. Dominando a placer al conjunto de Luis Enrique, que nunca logró asentarse en el terreno de juego. Cole Palmer fue la gran figura del encuentro, participando activamente en los tres goles y liderando cada acción ofensiva del conjunto inglés.
El MetLife Stadium lució repleto, con más de 75 mil aficionados que vivieron una auténtica fiesta futbolística. Al término del partido, en medio de la celebración azul, apareció Donald Trump en el centro del campo, donde saludó a jugadores y cuerpo técnico antes de entregar el trofeo de campeones, generando una fuerte ovación y algunas reacciones divididas entre el público presente.
“Es un honor estar aquí y ver a un gran equipo como el Chelsea levantar este trofeo. ¡Un gran día para el fútbol mundial y para Estados Unidos!”, declaró brevemente el mandatario.
Con este título, Chelsea no solo se reafirma como una de las instituciones más sólidas del fútbol internacional, sino que también marca un precedente en la historia del nuevo formato del Mundial de Clubes, al convertirse en el primer campeón bajo esta modalidad ampliada.
El PSG, por su parte, se marcha con muchas preguntas por resolver y la sensación de haber sido superado ampliamente donde nunca lograron responder al poderío inglés.