
Isaac Carballo Paredes | Poza Rica, Ver. | 25 Nov 2025 - 17:05hrs
Carla Viridiana Ánimas Gómez, docente originaria de Papantla y madre de dos niñas, acudió este día ante los medios de comunicación para visibilizar el caso de presunto abuso sexual cometido en contra de una de sus hijas menores. Relató que antes del ataque, su niña era alegre, sociable y llena de energía, pero su vida cambió radicalmente tras conocer, a inicios del 2024, al hoy imputado, un payaso callejero que logró introducirse en su círculo familiar mediante historias de abandono y victimización.
De acuerdo con la denunciante, el señalado se ganó su confianza manipulándolas emocionalmente y pidiéndoles ayuda económica. Aseguró que el agresor utilizó el chantaje y la mentira para obtener cercanía con la menor, situación que hizo difícil identificar a tiempo el riesgo. Fue en diciembre de 2024 cuando ella y su esposo se enteraron del abuso; sin embargo, al intentar denunciar, dijo que fueron amenazados de muerte por el imputado y por personas cercanas a él, además de haber recibido un trato humillante por parte del fiscal que inicialmente atendió el caso.
Carla narró que fue hasta marzo de 2025, con el acompañamiento del DIF y una nueva fiscal, cuando finalmente se inició el proceso legal. Tras la presentación de pruebas, el juez dictó auto de vinculación a proceso y prisión preventiva justificada. No obstante, señaló que el 2 de julio de 2025 comenzaron ataques en redes sociales contra su hija y su familia, mediante perfiles reales y anónimos que difundieron datos personales, fotografías y mensajes de odio que incluían amenazas directas, afectándolos psicológica y emocionalmente.
Afirmó que estas agresiones se extendieron también al ámbito físico, pues aseguró que han sido perseguidos, hostigados e insultados en la calle. A pesar de que intentó denunciar la violencia digital ante la Policía Cibernética y la Fiscalía, inicialmente, dice, le informaron que “no procedía”. Finalmente, con el acompañamiento de asociaciones civiles y del Instituto de la Mujer, logró formalizar la denuncia por daño psicológico, moral y patrimonial. Sin embargo, el 28 de agosto de 2025, durante una audiencia inesperada, la medida cautelar del imputado fue modificada a arraigo domiciliario, decisión que la madre calificó como irregular y preocupante.
Carla Viridiana advirtió que su hija ha sufrido graves afectaciones en su salud mental derivadas del abuso y de la violencia posterior, mostrando ansiedad, depresión y dificultades para dormir. Señaló que la familia vive con temor e incertidumbre, y exigió a la Fiscalía General del Estado que se reconsidere la medida cautelar del imputado, pues, afirmó, representa un riesgo para otras niñas y niños. “No buscamos venganza, buscamos justicia”, enfatizó.