Ponte en contacto

Columnistas

José Sobrevilla – Participa Noreste.net en foro académico

Publicado

en

Por José Sobrevilla.

Este jueves 7 de abril, se llevó a cabo el Conversatorio “La libertad de expresión antes y después de la Cuarta Transformación” realizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Realizado en línea, el evento fue moderado por el maestro Ricardo Joya Cepeda, y el Dr. Aldo Muñoz Armenta, profesores e investigadores de la FCPyS de la UAEM, y la relatoría estuvo a cargo del Dr. Marco Aurelio Cienfuegos Terrón. Participaron además de este reportero, Raúl Fraga Juárez, del programa de TV por Internet La Agenda del Emprendedor; Eduardo Garduño Campa, columnista de El Sol de Toluca, Rebeca Jiménez, corresponsal de El Universal en el Edomex. Enrique Gómez, subdirector de El Sol de Toluca, Víctor Gamboa, reportero de El Universal, Israel Dávila, corresponsal en el Edomex de La jornada y Claudia Ballesteros, coordinadora de la oficina regional de AMX Noticias.

En la participación, acerca de si con 4ª T existe mayor o menor libertad de expresión, argumentamos que, en sentido estricto, preguntar si con la “Cuarta Transformación” existe mayor o menor “Libertad de expresión” es −entre otras cosas− minimizar un cambio de sexenio o llevarlo a comparar con los anteriores y eso no es cierto, porque el gobierno actual arranca su periodo con un ejercicio de comunicación, único en el mundo, donde el presidente diariamente, de lunes a viernes realiza conferencias matutinas que, bien que mal, exhiben una agenda pública de temas y se somete al escrutinio de propios y extraños y los gobiernos anteriores no vislumbraron algo parecido.

Dijimos que, cierta ocasión, entrevistando al caricaturista Rafael Barajas Durán, El Fisgón, señalaba divertido que, con las conferencias diarias mañaneras, los ataques que pudiera recibir el presidente durante el día, por la media mañana o tarde-noche, ya las estaba desmintiendo o desarticulando en su conferencia tempranera. Y es cierto, sin embargo, el presidente ha ido más allá y ha apelado a su “Derecho de réplica”, en el cual ha abordado no solo los ataques políticos sino personales que le han hecho tanto medios de comunicación como articulistas o cualquiera que se ostente como tal. Además, creó una sección para hacer frente a los ataques públicos contra su gobierno.

No olvidar que estamos viviendo una transición donde el viejo periodismo con sus expresiones como reportaje, entrevista, crónica, nota informática, editorial… etc., y sus bases para llegar a la verdad y establecer su elaboración como el qué, cuándo, cómo, dónde y por qué, las imprentas, redacciones, y más, se están viendo modificadas y adecuadas a los nuevos tiempos de la era de la comunicación, donde la internet y las aplicaciones, Twitter, Facebook, YouTube, WhatsApp, Telegram, Instagram, y muchísimas más, han creado nuevos canales de salida de la información (y de la desinformación), haciendo que cualquier persona pueda crear, replicar o reproducir y publicar contenidos informativos de la manera más libre e indiscriminada, creando un caos informativo donde es más complicado encontrar la verdad, o algo parecido a ella.

Por lo tanto, para este reportero, hablar de una mayor o menor libertad de expresión nos lleva a decir que no hay gran diferencia entre los regímenes anteriores, porque el trabajo político de los gobiernos siempre ha sido cuestionado en mayor o menor medida y desde atrás tiempo se ha dado también un periodismo político interesado, donde algunos “comunicadores” apoyan o denostan a algunas corrientes políticas o grupos. Todo ello vivido como un “periodismo militante” escondido u oculto, donde no es muy evidente la forma en que se maneja o trabaja lo que pudiéramos llamar “verdad”.

Si entendemos la “Libertad de Expresión” como la define la Declaración Universal de los Humanos, como “el derecho a expresar y difundir, buscar, recibir y compartir información e ideas sin miedo ni injerencias ilegítimas que −aseguran− son esenciales para nuestra educación, para desarrollarnos como personas, ayudar a nuestras comunidades, acceder a la justicia y disfrutar de todos y cada uno de los derechos fundamentales que aparecen en la misma.

En este sentido, este reportero no ve grandes cambios con anteriores gobiernos, sin embargo, lo que sí observamos es un aumento en las agresiones y asesinatos de periodistas y eso nos lleva a otro tema, el aumento de la inseguridad y la impunidad, así como la penetración o involucramiento de la delincuencia organizada en gran parte de la administración pública desde hace ya muchos años y/o sexenios.

En mi experiencia como reportero, por no ser especializado, digamos que exclusivamente, en temas de seguridad o inseguridad, han sido pocas las ocasiones que me he visto amenazado por las fuerzas informales. La única y más grave fue en El Mañana de Nuevo Laredo, donde −según me dijeron los propietarios del medio− un cartel les había comunicado que no garantizaban mi vida… Fuera de ahí he tenido la oportunidad de escribir, investigar y publicar los temas que se me antojen sin mayor represalia.

Son momentos de transición y tanto la libertad de expresión como el periodismo mismo no pueden ser fácilmente definibles sin correr el riesgo de caer en un error. Tomar o emitir una opinión −incluso− del actual gobierno, el de la “Cuarta Transformación” con base en la información pública y publicada puede llevarnos a emitir juicios equivocados o poco precisos.

Ante la pregunta de si el gobierno censura o intimida a medios de comunicación o periodistas, señalamos que la opinión generalizada es que cuando el presidente se refiere a su anterior aliada Carmen Aristegui, o a Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, Raymundo Riva Palacio y varios más, como “chayoteros” o “conservadores” que defienden sus privilegios perdidos” independientemente del cuestionamiento que hagan de su gobierno o su persona, pareciera que efectivamente “intimida a quienes hablan mal de él”, o tal vez pudiera ser cierto, pero aquí debemos separar lo que son los medios de comunicación para los que trabajan, empresas periodísticas con sus intereses políticos y económicos, y los desempeños en ese sentido de los “grandes comunicadores” o líderes de opinión.

Siempre que se juzga el periodismo se hace a partir de los periodistas o reporteros olvidando o dejando de lado las empresas periodísticas. Cuando estas casi siempre son las que definen su línea editorial de acuerdo a los intereses de sus propietarios, misma que canalizan a sus trabajadores, tanto internos como externos.

La sección “Quién es quién en las mentiras de la semana” se ha convertido −para muchos− en el colmo de los ataques a la prensa, pero realmente ¿ataca o intimida a toda la prensa? Con todo y los errores en algunos señalamientos, esta Sección ha tenido como ejes principales de sus ataques al periódico Reforma, El Universal, El Financiero, El País, New York Times, y otros, que son empresas periodísticas, cuyos dueños, más que defender un periodismo libre, han sido presas de sus intereses corporativos, y no precisamente se han dedicado a informar desinteresadamente a la sociedad. Además, ellos no son lo que podría llamarse TODA LA PRENSA. Considerarlo así, en lo personal, sería un error.

En las clases de periodismo en la UNAM, gran tema de análisis era si realmente existía la objetividad periodística, y la conclusión era, por lo general, que NO, porque cada reportero abordaba la información desde su personal punto de vista, y ese “punto de vista” estaba supeditado ineludiblemente o por el dueño del medio, o por razones personales.

En el mundo académico, quienes dan catedra sobre medios de comunicación y/o medios, estarían de acuerdo en que la objetividad es algo muy complicado de lograr en el manejo informativo.

Al respecto, la columnista Milagros Pérez Oliva (El País 17 de julio 2011) decía que “La asepsia total no existe en periodismo. Ninguna información, por muy factual que sea, queda totalmente libre de las impregnaciones ideológicas o culturales del periodista. Pero entre una asepsia ideal y una interpretación totalmente moldeada por la subjetividad de quien escribe hay un larguísimo trecho que los periodistas pueden recorrer en diferente medida”.

Hoy, sigue existiendo la disyuntiva si considerar a los YouTubers “periodistas”, propagandistas o influencers, y nos viene a la memoria la definición de periodista del Comité de Derechos Humanos, cuando señala que son periodistas “una amplia variedad de personas, como analistas y reporteros profesionales y de dedicación exclusiva, autores de blogs y otros que publican por su propia cuenta en medios de prensa, en Internet o por otros medios”.

Según el portal ONU-Derechos Humanos México, el periodismo es una actividad y un servicio necesario para cualquier sociedad ya que proporciona a cada uno y a la sociedad en su conjunto la información necesaria para formarse sus propias ideas y opiniones y sacar libremente sus propias conclusiones. “Los periodistas son personas que observan, describen, documentan y analizan los acontecimientos y documentan y analizan declaraciones, políticas y cualquier propuesta que pueda afectar a la sociedad, con el propósito de sistematizar esa información y reunir hechos y análisis para informar a los sectores de la sociedad o a esta en su conjunto”.

La Real Academia de la Lengua define al periodista, en su última actualización, como la ‘persona que se dedica al periodismo (actividad profesional)’, y al periodismo como la ‘actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico’, y los ‘estudios o carrera de periodismo».

Conclusión: Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información mantienen en un proceso de transición tanto al periodismo como a los periodistas, como, así como a las empresas periodísticas y por consiguiente a la verdad y la también llamada posverdad.

Está es opinión personal del Columnista.

También te puede interesar ver: José Sobrevilla – La flora intestinal y nuestro comportamiento

Columnistas

Omar Zúñiga – Los debates

Publicado

en

DE PRIMERA MANO

*Cancelaciones vs democracia

Por Omar Zúñiga

Los debates entre candidatos a puestos de elección popular es un ejercicio que se ha ganado a lo largo de los años en la que aún se considera una joven democracia en nuestro país.

Los debates presidenciales, por ejemplo, generan una gran expectativa por el simple hecho de ver a él y las candidatas reunidos en un solo espacio.

Pero también porque hay un mayor espectro de conocer propuestas y de su desarrollo frente a sus adversarios, su capacidad de argumentación, el esgrima verbal de un buen tribuno, lenguaje corporal, su conocimiento de los temas por supuesto y un largo etcétera, factores todos que permiten conocer más a la persona que busca gobernar un país.

El domingo por cierto, se llevará a cabo el tercer debate entre las candidatas y el candidato, hay que estar pendientes y seguirlo.

Sucede lo mismo a nivel de los gobiernos de los estados, aunque no es igual es lo mismo, pues todas las características mencionadas se trasladan a las entidades, en este caso Veracruz.

Estos elementos permiten tener más información y poder realizar un voto informado.

Por si fuera poco, nuestra joven democracia es cara, y mucho, sin embargo, ha valido la pena; las alternancias son un hecho y literalmente no ha sido gratis, pero es nuestra responsabilidad y también nuestro derecho asistir a las urnas y emitir nuestro voto.

Todo esto viene a cuento porque también los candidatos a diputados, sean federales o locales, están sujetos este derecho que se convierte en obligación.

Al contraste de ideas, de propuestas, de darle a conocer a su electorado lo que tiene pensado instrumentar de llegar al Congreso.

A manera de observación, en administración, cuando los recursos materiales o humanos que se destinan a cumplir un objetivo no cumplen con éste, dejan de ser inversión y se convierten en gasto, ergo, es dinero arrojado al bote de basura.

Pasa lo mismo con nuestros procesos democráticos, el despliegue de recursos humanos y materiales para poder realizar estos ejercicios democráticos es enorme.

Se realiza con ánimo, los viajes prolongados no importan; existe emoción y nerviosismo de cumplir con la expectativa de que todo salga bien, sin errores, cumplir el objetivo, pues, de estar a la altura.

Sin embargo, cuando el objetivo no se cumple, el ánimo se convierte en desidia y la emoción en aburrimiento, pero sobre todo en coraje, de saber que todo el despliegue que se ha hecho, ha sido en vano.

Es decir, que la inversión se convirtió en gasto.

*****

Para documentar el optimismo, el martes pasado 14 de mayo, en la zona norte del estado, casa del distrito 1 de Pánuco, la cabecera distrital más alejada de la capital (a unas 8 horas por tierra), el debate pactado entre los candidatos a diputados al Congreso local tuvo que ser cancelado, así nomás.

Sólo Fernando Molina de FxM confirmó su participación, nadie más, no hay posibilidad de debatir con una persona; como los diálogos, se necesitan al menos dos para poderse concretar.

Pero también ocurrió el miércoles 15 de mayo (Día del Maestro por cierto), en Tantoyuca, donde todo estaba dispuesto para realizar el ansiado cruce de ideas, llegó Víctor Cadena también de FxM, esperando a los demás, cuando finalmente arribó la candidata de MC Yessica Damián, para ponerse el micro, instalarse, hacer prueba de sonido y decir que siempre no, “que si no hay más candidatos, me voy”…, y se fue.

Otro debate cancelado.

Y para chingarla de acabar, este jueves 16 en Tuxpan, tampoco hubo debate, de los cuatro aspirantes que participaron en el sorteo previo, sólo asistió uno, Raúl Alejandro Cobos Salas, de MC.

Despliegue técnico y humano desperdiciados, traducidos en miles de pesos tirados a la basura.

Hay que tener conciencia de todo lo que implica, y los candidatos entender que además de un derecho es también una responsabilidad consigo mismo y también con sus electores; pero también la gran oportunidad de ponerse ante las cámaras y exponer sus ideas, para ellos y ellas, es un foro que es gratis, lo único que les cuesta es prepararse bien, llegar, explicar sus propuestas y debatir con sus adversarios, eso es todo.

Al final deberán hacerlo como diputados, subir a tribuna, exponer sus ideas y confrontar adversarios políticos. Trabajo parlamentario, le dicen (de nada).

Hay que aprovechar pues, los debates organizados por el OPLE Veracruz, aprovechar la enorme inversión que se ha hecho para cumplir con este derecho y obligación democrática.

Como propuesta a los próximos diputados, elevar los debates electorales a rango de ley con grado de obligatoriedad, con una sanción que impida deshacerse del compromiso, incluida la pérdida de su registro como aspirante a un cargo de elección popular.

¡Qué barbaridad!

[email protected]

Esta es opinión personal del columnista

También te puede interesar ver: Omar Zúñiga – Candidatos y periodistas

Continua Leyendo

Columnistas

Miguel Ángel Cristiani – Maestro de vida

Publicado

en

·       Los maestros que transforman nuestras vidas

·       Alfonso Valencia Ríos maestro de maestros

·       Profesional del periodismo reconocido por todos

Por Miguel Ángel Cristiani G.

Casi todos hemos tenido un maestro, que en algún momento, nos transformó la vida.

Puede ser que no nos hayamos dado cuente en ese momento, pero con el transcurso del tiempo, nos damos cuenta de la importancia que tuvo en nuestra formación.

En nuestro caso, el maestro de vida, fue Alfonso Valencia Ríos, jefe de información del periódico El Dictamen.

En una tarde en el estacionamiento de la Facultad de Periodismo de la UV, nuestra querida amiga y compañera Lucha Gómez Buere -quien nos donaba todos los libros de texto porque ella iba un año adelante- me dijo: vamos flaco -yo era flaco- vamos al Dictamen a ver al maestro Valencia, que me mandó mi mamá a hablar con él.

Así entramos a la redacción del periódico por vez primera.

El maestro amable y cordial como era con todo el mundo, nos dijo: Pasen y siéntense, ya me habló tu mamá Luchita, para que vengas a practicar todos los días. Los espero mañana a las 7 para darles sus órdenes de trabajo.

Al día siguiente, Lucha ya no llegó, pero yo sí, lo hice todos los días durante los años que fui estudiante de periodismo.

Así tuve la fortuna de que -por mera casualidad- el maestro Alfonso Valencia Ríos me adoptara más que como un alumno, como su hijo.

De esa manera, como parte de su equipo, tuve la oportunidad de aprender y practicar las distintas tareas que se llevan a cabo en la redacción de un periódico como lo es el Decano de la Prensa Nacional.

Aprendí del mejor maestro.

Acompañándole todo el tiempo, a las entrevistas en el aeropuerto, cuando llegaba algún funcionario importante de la federación.

El profesionalismo del maestro era reconocido hasta por los presidentes de la república, que en varias ocasiones le ofrecieron que fuera el encargado de comunicación social de la presidencia o incluso le ofrecieron ser el embajador de nuestro país en el extranjero.

Pero el maestro siempre rechazo esas -que para otros- pudiera ser tentadoras ofertas.

Incluso cuando le ofrecieron ser el director del periódico, siempre respondía con orgullo: “yo soy un soldado más de la infantería de los reporteros”.

Otra de las características del maestro, además de su privilegiada memoria, era su capacidad de trabajo, para generar todas las notas y editoriales para los periódicos El Dictamen y su versión vespertina La Tarde.

Su horario comenzaba puntualmente a las 7 de la mañana y terminaba su jornada hasta las 20:00 horas.

Trabajaba todos los días del año, sin descansos ni vacaciones.

Siempre lo recordaré, tecleando la máquina de escribir, que cual si fuera un piano, interpretaba las mejores notas periodísticas.

Este día en el que se celebra a los maestros, yo tengo que recordar a mi querido mentor, que seguramente él si sabia que me estaba formando y transformando mi futuro y mi vida.

Para más información consulta nuestra página https://www.xn--bitacoraspolticas-ovb.com/

Esta es opinión personal del columnista

También te puede interesar ver: Miguel Ángel Cristiani – El gran Fito

Continua Leyendo

Columnistas

Gilberto Haaz Diez – Xóchitl en el toreo

Publicado

en

columnista invitado

Viene Xóchitl Gálvez a cerrar la gira veracruzana, por Pánuco y Tantoyuca, Boca del Rio, territorio panista, y el pueblo mágico más bello del mundo, Orizaba. Aquí llega con las y los candidatos, lo mismo a la gubernatura, Pepe Yunes, que a la senaduría, Miguel Ángel, y de aquellos que van por las diputaciones locales, Carla Canales y Carlos Vida, y los pluri y los que se aparezcan. El evento será magistral. Como en tarde de toros, Xóchitl abarrotará ese Toreo que construyó el ingeniero Luis Gutiérrez Príncipe y debe llevar su nombre. Allí donde se sublimaron los grandes toreros y rejoneadores de México y España, allí donde cortaron orejas y rabos ahora ondearán los pañuelos blancos arengando a Xóchitl a que le meta velocidad como Fórmula Uno y logre llegar a la meta ganando el 2 de junio. Andan algunos pensando en busca de una Alianza, El joven Colosio, que seguro dentro de seis años será candidato presidencial, ha pedido a MC y a Xóchitl que el tercer lugar se sume al segundo, para echar del gobierno de una vez por todas a Morena, por cómo tienen el país, sumido en una desgracia (son palabras de él) y Máynez ya como que medio le está entendiendo, ha replicado que se vaya Alito Moreno y entre Beatriz Paredes en su lugar y ya lo hablarían. Bueno, ahí hay una puerta para una alianza que puede co gobernar el país. Alito ya respondió que sí, que renuncia a la dirigencia y a la candidatura plurinominal.

PARA ESO ME GUSTABAS

Para eso me  gustabas, Marcelo. Sería un decir de uno de sus fans, que vio con más pena que gloria el derrumbe de la figura de Marcelo Ebrard Casaubón, quien venía de gurú de la 4T y de AMLO, porque fue su bombero apagafuegos cuando la primera crisis de los huachicoleros y lo envió a Estados Unidos de comprador de pipas, para mitigar ese huachicol que nunca pudieron con él. Marcelo hacía de todo y sin medida. Desde la secretaria de Relaciones Exteriores apagó fuegos con la gente de Joe Biden, cuando el fentanilo y esas porquerías de drogas, fastidiaban a los americanos y a México lo hacía como el principal productor, cosa que aquí negaban. Iba bien encumbrado. Uno pensaba que AMLO lo llevaría de candidato, era mejor que Sheinbaum y que Xóchitl y que cualquier fosfo naranja que saliera. Un tiempo se habló que había pactado con Dante Delgado y que estaba listo, por si AMLO no lo llamaba, a ser el candidato de MC  a la presidencia. Si eso hubiera (ah los hubiera) sido, hoy Marcelo seguro estaría en una elección dividida, de 33 por ciento por cada candidato. Pero algo le dio miedo. No sé si la furia presidencial, pero se doblegó. Olvido la escuela de dónde venía, la de Manuel Camacho Solís que, cuando Salinas no lo llamó a ser el candidato, entró en rebeldía, cosa que así fue hasta la muerte de Colosio. Ebrard se le cuadró a la Sheinbaum. Quién sabe que le ofrecerían, pero no creo haya nada que valga la pena. Si en seis años espera el tren, ese tren pasará porque llega una nueva generación de políticos, entre ellos el hijo de Colosio. Y apenas Marcelo entró a un restaurante jalisciense y fue abucheado con gritos de “Fuera Morena” y los clásicos: ¡Fuera!. Luego, apareció como chalán de la Brugada, quien busca ser la jefa de gobierno y anunció que llevará a Ebrard como consultor en seguridad. Para eso no me gustabas, Marcelo. Me gustabas para ser otra opción y encabezar con MC o con quién fuera, la presidencia de la Republica, que bien te la merecías y eras el mejor preparado, para Chalán no me gustabas, Marcelo.

Esta es opinión personal del columnista

También te puede interesar ver: Gilberto Haaz Diez – El debate dominical

Continua Leyendo

Más vistas

Noreste.net es un medio del Grupo Noreste. Los contenidos escritos y gráficos que se muestran en el portal, son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan el punto de vista de Grupo Noreste. Noreste.net se reserva el derecho de hacer modificaciones en su sitio en cualquier momento y sin previo aviso, al igual que retirar en cualquier momento, contenidos previamente publicados si así conviniere a la empresa.